El PSOE no ha dejado pasar el verano tormentoso del regidor de Valladolid. El alcalde Óscar Puente se ha convertido en un político incómodo para el partido. Ya lo era su actitud «deslenguada» antes de que se paseara con un Mercedes Clase G-AMG 63 por las calles prestado por una empresa que tenía relación con el Ayuntamiento de Valladolid. El problema es que las investigaciones de cohecho y la actitud de Puente recuerda demasiado a lo ocurrido en otros casos de corrupción que han estigmatizado al partido y Ferraz quiere apartarle de la ejecutiva federal antes de que acabe el año. Actualmente es un portavoz del partido, pero fuentes de Ferraz aseguran a MONCLOA.com que no pasará de noviembre. Hasta entonces se quedará en su partido en Valladolid y a la espera de ver las encuestas en su región. Si van mal, el PSOE buscará sustituto.
El Mercedes ha sido su tumba política. O al menos el primer paso hacia ella. Así lo ven quienes consideran un error «tremendo» por parte del alcalde el hecho de dejar que le presten un coche de lujo para sus vacaciones en un momento en el que además está siendo investigado por cohecho. Que le iban a apartar es algo que el partido tenía claro desde el momento en el que el analista Alvise Pérez publicó en sus redes sociales el vídeo de Puente en este coche de lujo valorado en más de 170.000 euros, el problema es que las fuentes indicaban que el partido no quería hacer un escándalo mayor en el momento y que querían esperar para tomar medidas. Estas mismas fuentes hablan de que el partido busca la forma de que Puente no sea su candidato a la alcaldía de Valladolid en 2023.
Puente obtuvo 94.384 votos en 2019. El PP se quedó muy cerca, con 91.857 votos. Si se tiene en cuenta que Vox era la tercera fuerza con 56.353 votos (por encima de Podemos, que se quedó casi la mitad), el reinado de Puente en Valladolid peligra. Esta lectura ha hecho que el PSOE acelere la búsqueda de candidato, aunque fuentes cercanas al alcalde vallisoletano aseguran que él tampoco tenía intención de presentarse dado que llevará ocho años al frente de la alcaldía en el momento en el que sean las próximas elecciones. Lo que está claro es que Puente no ascenderá. Al menos es lo que tienen claro a nivel interno en el partido dadas las noticias que sobre él han plagado las cabeceras de los periódicos.
El alcalde de Valladolid ha intentado quitarse el San Benito del cohecho
El alcalde de Valladolid ha intentado quitarse el San Benito del cohecho con unas entrevistas bien teledirigidas en las que directamente mostraba su arrepentimiento por haber cogido el famoso Mercedes Clase G-AMG 63 valorado en más de 173.000 euros. También deslizó que, siendo de izquierdas, es difícil mantener una actitud ejemplar al mismo tiempo que criticaba el «acoso» que ha sufrido por el mero hecho de ser alcalde de una ciudad como la de Valladolid. Todo esto no ha servido de nada porque el coche lo ha cogido y porque pertenecía a una empresa que tenía relación con el Consistorio de Valladolid. Con todo esto, el PSOE sigue teniendo claro que hay que apartar a Puente como sea, pero quieren hacerlo sin ruido y por la puerta de atrás.
El PSOE lo quiere fuera cuanto antes. Las voces que se escuchan en Ferraz consideran que lo de quitarle la portavocía de la Ejecutiva Federal será cuestión de meses. Los más aventurados aseguran que se hará a finales de octubre, aunque hay quien considera que puede extenderse más tiempo. La clave ahora está en seducir a Puente de que no se presente a las elecciones de Valladolid para poner a otro candidato o candidata. La investigación por cohecho y la actitud «deslenguada» ha cansado a muchos en Ferraz que quieren quitarse de encima a este tipo de políticos que solo traen titulares negativos.
EL GESTOR
Uno ha pasado a la fama este verano por conducir un coche prestado por una empresa más propio de futbolistas. El otro se ha llevado la joya de la corona de la administración pública como presidente de Paradores con un salario que pagan todos los españoles de en torno a 180.000 euros anuales. Y ambos intentan que la empresa pública de la que son vicepresidente y presidente, respectivamente, no pague a Hacienda lo que la administración les reclama. Hablamos del alcalde de Valladolid, Óscar Puente Santiago, quien a su vez es vicepresidente primero de Valladolid Alta Velocidad 2003 S.A., y del flamante presidente de Paradores, Pedro Saura García, también al frente de esta empresa pública. Ambos hacen frente a una deuda de esta compañía participada por Renfe (con un 12,5%), el Ayuntamiento de Valladolid (25%) o la Junta de Castilla y León (25%), entre otros, y se resisten a pagar el IVA impagado y reclamado por la Agencia Tributaria; algo que genera demoras con su consiguiente penalización del pago que repercute en el bolsillo de todos los españoles.
Pese a que tanto Saura como Puente no estaban al frente de Valladolid Alta Velocidad 2003 S.A. en el momento en el que se produjo esta irregularidad con el pago del IVA en algunas de las obras emprendidas por la empresa pública, según la Agencia Tributaria, lo cierto es que son ellos en calidad de presidente y vicepresidente quienes mantienen el pulso a Hacienda para ver si consiguen no pagar lo reclamado. Ya han perdido más de una vez los recursos pertinentes y les ha tocado pagar una penalización, pero poco parece importarles. Hablamos de varios años, concretamente desde 2012, momento en el que se emprendieron importantes obras e inversiones por las que la compañía no pagó, según la Agencia Tributaria, el IVA correspondiente. Y a día de hoy se siguen resintiendo las arcas públicas por la mala gestión en este supuesto y por el empeño de Saura y Puente por no pagar de una todo lo que deben.