El pollo es un ingrediente muy presente en muchos platos. Su carne es nutritiva con proteínas de alto valor biológico, con un porcentaje de grasas bastante bajo. Es de digestión fácil y su sabor y textura son muy versátiles para un sin fin de recetas. La típica pechuga de pollo a la plancha es una de las opciones más recurrentes en los periodos en los que se quiere comer más ligero y perder algo de peso. Sin embargo, hay muchas maneras en las que lo podemos incorporar a nuestra dieta, para no aburrirnos nunca y adelgazar sin esfuerzo. Estas son algunas ideas tan sencillas como deliciosas.
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CUSCÚS CON POLLO ASADO
Si quieres una receta algo más exótica, prepara el pollo con cuscús. Es muy fácil, solamente hay que cocinar el cuscús como indica el fabricante (mejor si es integral), y preparamos un lecho en una fuente sobre el que colocaremos media pechuga de pollo asada y troceada en rodajas. Para acompañar y darle un punto más jugoso, preparamos una salsa verde con perejil triturado con un poco de cilantro, ajo muy picado, zumo de limón y unas gotas de aceite de oliva. Un plato completo y delicioso, que podemos acompañar con una ensalada.