El pollo es un ingrediente muy presente en muchos platos. Su carne es nutritiva con proteínas de alto valor biológico, con un porcentaje de grasas bastante bajo. Es de digestión fácil y su sabor y textura son muy versátiles para un sin fin de recetas. La típica pechuga de pollo a la plancha es una de las opciones más recurrentes en los periodos en los que se quiere comer más ligero y perder algo de peso. Sin embargo, hay muchas maneras en las que lo podemos incorporar a nuestra dieta, para no aburrirnos nunca y adelgazar sin esfuerzo. Estas son algunas ideas tan sencillas como deliciosas.
10POLLO MEDITERRÁNEO CON ALCAPARRAS Y ACEITUNAS
Otra forma de tomar el pollo que no falla y que siempre apetece es en guiso, que según como se prepare, puede ser muy ligero. Para este plato podemos utilizar 800 gramos de zancos de pollo o pechugas si lo prefieres. Empezamos salteando el pollo en una cazuela con unas gotas de aceite hasta que esté dorado. Por otro lado sofreímos 2 cebollas moradas en trozos y 2 pimientos rojos en tiras. Añadimos también 2 dientes de ajo troceados, le damos unas vueltas y añadimos 50 mililitros de agua. Tapamos y dejamos cocer 10 minutos. Cuando las hortalizas estén tiernas añadimos el pollo, unas hebras de azafrán, 300 ml de caldo de pollo y sazonamos con pimentón dulce, sal y pimienta. Llevamos a ebullición y añadimos el zumo de un limón, 50 gramos de aceitunas y 25 gramos de alcaparras. Cocemos 20 minutos sin tapar, y antes de servir adornamos con un poco de albahaca fresca.