El pollo es un ingrediente muy presente en muchos platos. Su carne es nutritiva con proteínas de alto valor biológico, con un porcentaje de grasas bastante bajo. Es de digestión fácil y su sabor y textura son muy versátiles para un sin fin de recetas. La típica pechuga de pollo a la plancha es una de las opciones más recurrentes en los periodos en los que se quiere comer más ligero y perder algo de peso. Sin embargo, hay muchas maneras en las que lo podemos incorporar a nuestra dieta, para no aburrirnos nunca y adelgazar sin esfuerzo. Estas son algunas ideas tan sencillas como deliciosas.
1BROCHETAS DE POLLO Y VERDURAS
Las brochetas no son solo para las barbacoas, también podemos prepararlas en casa cualquier día. Resultan muy apetitosas y podemos transformar el típico (y aburrido) pollo a la plancha en algo diferente. Es tan fácil como trocear la pechuga en tiras o dados pequeños y saltearlas a la plancha. Por otro lado preparamos las verduras, cuanto más coloridas mejor: pimientos de tres colores, cebolla, tomate, calabacín, bróculi… podemos hacerlas al vapor o hervirlas hasta que estén tiernas para luego prepararlas en la brocheta. Combinamos en cada palo alternando piezas de verdura y pollo y preparamos las brochetas a la plancha con unas gotas de aceite, un poco de sal y especias al gusto si se desea.