Felipe González, antiguo presidente del gobierno, y su esposa, Carmen Romero, filóloga y política como su exmarido, tuvieron tres hijos: Pablo, David y María González Romero. Felipe González ha reconocido en muchas entrevistas que la mayor preocupación, tanto de él como de su exmujer, era que sus tres hijos tuviesen la suficiente intimidad para hacer sus vidas lejos del punto de mira mediático.
Es un reto que la pareja se propuso y que casi han conseguido. De Pablo y David no se conoce demasiado, llevan una vida tranquila y casi siempre alejados de las cámaras. Su hermana menor, sin embargo, María, sí es más la figura pública que Felipe González tanto temía.
Cuando eran pequeños, Pablo y David pasaron por esa etapa que sufren muchos adolescentes de pelo largo y ropa negra. Pero con los años, y según las palabras textuales de Pablo González Romero: “Lejos quedó la época de greñas de nuestra niñez”.
No obstante, siguen siendo los hijos de Felipe González que, tras pasar una época adolescente complicada en estudios y rebeldía, hoy son unos hombres de familia con el pelo mucho más corto.
PABLO GONZÁLEZ ROMERO
El hijo mayo de Felipe González, Pablo, ha dicho en varias ocasiones que la política no es algo que le interese demasiado ni con la que se involucre. Asume que puede ser debido a una reacción por la infancia vivida junto a su padre.
En lo que respecta a la vida personal del mayor de Felipe González, vive por y para sus dos hijas, Micaela y Ecne, fruto de su relación con la ecuatoriana Alba, aunque actualmente están separados. Al contrario de su padre, que se casó por segundas con Mar García Vaquerizo, Pablo no quiere casarse ya que su mentalidad y la de Felipe González son muy distintas y él nunca lo vio necesario.
Pablo González comenzó los estudios de Física y los de Informática sin llegar a concluir ninguno de los dos. Cosa que no le impidió montar una gran empresa de informática en la que cuenta con contratos de miles de euros.
Es fotógrafo y aficionado a la filosofía oriental. Vive sin lujos en un piso de Madrid, aunque no le falte el dinero ya que es el copropietario de la empresa tecnológica GNubila. Ha estado en el ojo del huracán mediático por tener como principal accionista de dicha empresa a Joaquín Moya-Angeler y por recibir subvenciones de la agencia IDEA. Ha estado vinculado en los fraudes de ERES en Andalucía.
DAVID GONZÁLEZ ROMERO
Los dos hijos varones de Felipe González, Pablo y David, comparten un carácter un tanto huraño hacia la prensa, por lo que no se conoce demasiado de sus vidas. En particular, David es el gran desconocido de los tres hermanos.
David González es el bohemio de la familia. Vivió con sus progenitores en la Moncloa desde los nueve hasta los 23 años. El artista de la saga de Felipe González vive en un pequeño pueblecito de Cádiz con menos de mil habitantes, Castellar de la Frontera.
Se aloja en una casa que pertenece al mismo Felipe González y que fue un regalo de la localidad para agradecerle la ayuda que les prestó como abogado antes incluso de ser presidente del gobierno.
El pintor se dedica a exponer y vender sus cuadros, que en su mayoría son de paisajes del pequeño pueblo pesquero en el que vive con su familia. Allí fue donde conoció a su esposa, María, pero al igual que su hermano Pablo, también está separado actualmente de ella, con la que tiene un hijo.
Ninguno de los dos hijos mayores tiene mucho contacto con su padre, Felipe González. El divorcio de sus progenitores, pese a llevar años sin ponerse ni siquiera las alianzas, y el cáncer de la madre de estos, ha terminado haciendo que la familia se mantenga separada y distanciada.
Las últimas declaraciones de David González no fueron hacia su padre o a la política, sino a su obra en la que afirma que: “No es dinero lo que pretendo ganar, ni la gloria. Pretendo colaborar solidariamente con la solución del desequilibrio del planeta”.
MARÍA GONZÁLEZ ROMERO
La menor y única hija de Felipe González ha seguido más de cerca los pasos del mismo y es de los tres hermanos la que más contacto tiene el exgobernador.
Al igual que sus padres, María es filóloga y política y trabaja en un despacho de Felipe González en la calle Velázquez de Madrid. Ambos son accionistas de empresas comunes y trabajan juntos en muchas ocasiones.
Ha demostrado la estrecha relación que mantiene con su padre al ser la única de toda la familia que asistió a sus segundas nupcias con Mar Vaquerizo. Ella ha confesado que tiene muchos que agradecer a su padre: “El anonimato es el mejor regalo que me ha hecho mi padre. Llamarse González ayuda. Supongo que si te apellidas Aznar es más complicado pasar inadvertida”.
La pequeña de los González es la única que continúa casada. Contrajo matrimonio con el economista canario Eric Berganza, con el que tiene tres hijos.
Tiene una relación especial también con su madre y la separación de ambos fue algo que le costó asimilar, según ella misma ha informado, pero en lo que jamás se ha posicionado, ni de una parte ni de otra.
María González ha trabajado como abogada independiente, y también en el gabinete que Felipe González tiene ejerciendo labores de coordinación. Posteriormente, se encargó de promover el proyecto que lleva el mismo nombre que su padre, La Fundación Felipe González, en el que trata de difundir y preservar todos los archivos con los documentos del trabajo de su progenitor en estos 40 años.
Ha colaborado en tertulias políticas demostrando la misma fuerza que su padre. Le enorgullece saber que no cuentan con ella como la hija de Felipe González, sino por ser ella misma. María es una mujer independiente que se ha desligado del trabajo de su marido y quien siempre ha querido aprovechar las enseñanzas de su padre, que el próximo cinco de marzo cumplirá 78 años.