El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, no se ve desautorizado tras el auto del juzgado de Ceuta que ha mantenido paralizado el procedimiento de retorno de menores marroquíes ya que, según ha dicho, su departamento «no es competente» en esta materia.
«El Ministerio del Interior no ha adoptado ninguna decisión al respecto porque no es competente, con lo que si uno no es el competente, difícilmente se puede sentir desautorizado», ha señalado Grande-Marlaska a preguntas de la prensa desde la base aérea de Torrejón, donde ha recibido a un grupo de 290 afganos, entre ellos 120 menores.
El titular del Interior se refería de esta forma al ser cuestionado por el auto del juzgado ceutí que, en la línea de lo planteado por la Fiscalía y en contra de lo defendido por la Abogacía del Estado, ha mantenido suspendido el procedimiento a través del acuerdo bilateral firmado en 2007 con Rabat.
El órgano judicial ceutí considera que el acuerdo de 2007 defendido por Grande-Marlaska como el idóneo para proceder al retorno a instancias de Ceuta no es un tratado ni tampoco soslaya el obligado cumplimiento de los trámites en este tipo de devoluciones, de acuerdo a la legislación española. Grande-Marlaska ha dicho que acata la decisión y ha evitado decir si es partidario de que se recurra.
El ministro ha sostenido que la reunión de este miércoles en Moncloa entre el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el presidente de Ceuta, Juan Jesús Vivas, lo que busca es dar una respuesta coordinada siguiendo el objetivo de atender al interés superior de los menores, que es el que ha guiado a todas las instituciones implicadas en la devolución de menores que entraron en el mes de mayo.
«Hay una comunicación permanente y directa», ha señalado el ministro tras repetir que todas las instituciones lo que buscan es el «interés superior del menor», comenzando por la administración que ejerce la tutela desde que entraron en España, en referencia al Gobierno ceutí.
También ha señalado que el procedimiento se hace dentro de una coordinación con Marruecos, un país «tan relevante» para los intereses españoles.