Se han cumplido cuatro años de los atentados del terrorismo islamista en las Ramblas de Barcelona y Cambrils. Era el primer atentado en la Ciudad Condal desde el 17 de marzo de 2001, cuando el mosso Santos Santamaría fue asesinado por un coche bomba de ETA. Nada hacía presagiar que Barcelona fuera objetivo yihadista. Sin embargo, la actuación policial en los últimos años pone de manifiesto que estas células durmientes y activas están muy presentes en Cataluña. Casi el 40% de las detenciones relacionadas con el terrorismo islamista se han producido en esta comunidad. Tampoco es casualidad esta cifra. Y es que el 20% de los centros de culto musulmanes de toda España se encuentran en esta región, y más de la mitad son dirigidos por radicales salafistas.
Pese a ello, los políticos de izquierdas en Cataluña, especialmente ERC, no han tenido reparo alguno para celebrar encuentros y estrechar lazos. Una intensa actividad que se ha mantenido a lo largo de estos últimos años con los líderes de las mezquitas salafistas. Una convivencia casi imposible debido a la imposición de sus culturas frente a las de Occidente. Para los republicanos, la principal preocupación es que los jóvenes se integren en Cataluña hablando catalán, como si fuera sinónimo de paz y cohesión. Nada más lejos.
ERC no cuestiona los patrocinadores de las mezquitas de Salt, el municipio colindante a Girona y que está convirtiendo en un gueto musulmán. Las imágenes de numerosas jóvenes vestidas con el burka negro es una muestra de ello. Esta vestimenta es la misma que imponen los Talibán en Afganistán, la misma que se visualiza en algunas playas del litoral catalán.
LA VISTA GORDA EN CATALUÑA EN LAS FIESTAS MUSULMANAS
Los hombres tienen prohibido acercarse a las mujeres y éstas no pueden enseñar ni un centímetro de su piel. Tapadas desde los tobillos a la cabeza. Tampoco pueden hacer ruido al andar, ya que los hombres no pueden escuchar los pasos de una mujer. El adulterio está penado con la muerte y el ojo por ojo es la práctica habitual en estas comunidades integristas.
Los Mossos están teniendo problemas a la hora de entrar en estos calles, convertidas en arenas movedizas, y hacen la mayoría de las veces la vista gorda, como ha ocurrido con la matanza de corderos recientemente. Ni una sola denuncia pese a las pésimas condiciones sanitarias en las que se han realizado. Esta permisividad hace aumentar el poder de quienes lideran estas zonas por el hecho de ser intocables ante la ley española.
En este tiempo, los salafistas han construido sus mezquitas en Salt, Reus y Mataró. No es de extrañar que el burka negro aparezca incluso en plena ola de calor y en las playas de Tarragona. Una vestimenta que asfixia y aprisiona a la mujer que lo lleva. Sin embargo, en Cataluña se permite pese a la ley de seguridad ciudadana. Y es que, pese a estar prohibido ir completamente con el rostro tapado, se permite.
LA JUSTICIA ADMITE EL BURKA EN CATALUÑA
Numerosos Ayuntamientos, entre los que se encuentran Reus, Lleida y Girona, aprobaron la prohibición del burka en el término municipal. La polémica vestimenta es parte del día a día en los barrios marginales de Girona y municipios colindantes, junto a Reus. Sin embargo, el Tribunal Supremo anuló esta prohibición al no existir una ley estatal que así lo estipulara. El Alto Tribunal no entró en el fondo de la cuestión, no estableció si esta vestimenta es una imposición de quienes leen el Corán en su forma más estricta.
La normativa municipal de Lleida imponía faltas leves a quienes llevaran el velo integral. Durante el tiempo que estuvo en vigor no se puso ni una sola multa, una forma más de la permisividad con la que se trata a los radicales musulmanes.
El Supremo quitó la razón al Tribunal Superior de Justicia de Cataluña, que avaló la prohibición del burka. Los jueces en Cataluña consideraron que la vestimenta perturbaba la «tranquilidad ciudadana». En nuestra cultura el ocultamiento del rostro en la realización de actividades cotidianas produce perturbación en la tranquilidad por la falta de visión para el resto de las personas de un elemento esencialmente identificativo, cual es la cara de la persona que lo oculta», sentenció el tribunal. De hecho, es imposible poder identificar a las personas que estén completamente tapadas, un hecho que está prohibido en la ley de seguridad ciudadana.
HILAL TARKOU, EL ABOGADO QUE DEFIENDE EL BURKA Y A MARRUECOS
El asunto llegó a la justicia a raíz de un recurso de la Asociación Watani, cuyo abogado es Hilal Tarkou Lahlimi, un conocido activista favorable a Marruecos y contrario al Frente Polisario. Curiosamente, Marruecos había prohibido la fabricación y venta del burka en 2017, apenas tres años después de las mociones en estos Consistorios, aunque sí permite llevarlo.
Además, tan sólo se ve el burka en las regiones del conocido «triángulo negro«, el más próximo a la frontera con Ceuta, como Castillejos, Tánger y Tetuán. De esta zona provienen la mayoría de los terroristas de la yihad Siria.
Tarkou tiene en el punto de mira a los exdirigentes de Plataforma per Catalunya (PxC), partido vinculado a la extrema derecha por la también exigencia de ayudar primero a los de casa. Este abogado ha denunciado a dos de estos políticos, ahora integrados en las listas de Vox, por un presunto delito de odio, pero la Fiscalía ha pedido la absolución de los acusados.
Por otro lado, a principios de este año el letrado afeaba al PSC su abstención por una moción a favor del pueblo saharaui. Los concejales socialistas de Tarragona se abstuvieron, mientras que ERC, la confluencia catalana de Podemos en la ciudad y la CUP apoyaron sin fisuras las peticiones del Frente Polisario.
El abogado acusó a los socialistas de actuar con «hipocresía», mostrar una «falsa sonrisa» y «palabras que saben a veneno«. Es decir, o estás a su favor o estás en contra, independientemente de la abstención. «Hoy, en Tarragona, habéis quedado con el culo al aire y habéis demostrado vuestro odio a la comunidad marroquí que os vota«, ha asegurado tras mostrarse «dolido y engañado».
una manifestación clara de la falta de respeto y una expresa manifestación del odio a la comunidad marroquí
Según afirmó, Marruecos es «un país soberano y muy amigo del pueblo español, pero con vuestra actitud estáis dañando la hermandad que une a los dos países». «O se está con Marruecos o en contra de él», aseveró. No hay término medio para este abogado. No hay mesura. Sin embargo, Marruecos amenazó la seguridad de España pocos meses después, con una apertura unilateral de la frontera provocando una avalancha de jóvenes dispuestos a saltar la valla. La dejadez de la policía marroquí aumentó la desconfianza en el país vecino.
Para el letrado no hay críticas ni a ERC ni En Comú Podem ni a la CUP. Su objetivo se centró en los socialistas tras tildar la moción de «vergüenza» y «una manifestación clara de la falta de respeto y una expresa manifestación del odio a la comunidad marroquí».
Con todo, ERC no tiene reparo alguno en hacerse la foto con los líderes salafistas, ni antes ni después de los atentados de Barcelona. Los republicanos, de hecho, tienen una voz musulmana en el Parlament. Se trata de la diputada Najat Driouech, que utiliza el velo islamista.
Driouech ha sido calificada de actuar de forma cínica en los últimos días sobre Afganistán. En su Twitter, ha pedido defender los derechos de las mujeres afganas, sin hacer mención a los niños, niñas y hombres que se encuentran ahora bajo el yugo talibán. Ni una palabra contra este grupo.
LA POLÉMICA DIPUTADA MUSULMANA DE ERC
Hace unos días mantuvo una dura bronca con la exdiputada de Ciudadanos Sonia Sierra. «Ahora que todo el mundo está tan sensibilizado con la situación de la mujer y la imposición de velos, cabe recordar que ERC tiene una diputada ultraconservadora que lleva y reivindica el hijab y que, además, se ocupa de asuntos de Igualdad y pretende dar lecciones de feminismo», recordaba la exparlamentaria.
El argumento de la diputada musulmana de un partido que se fotografía con líderes salafistas fue el insulto. Así, acusó a Sierra de «ganar puntos para pasar a la extrema derecha«. «Por salud democrática, te recomendaría leer para no hacer el ridículo: las primeras víctimas del extremismo islámico somos la comunidad musulmana. Contra la violencia y la ignorancia estaré siempre«, ha asegurado.
La diputada ha tenido apoyos, entre ellas la del consejero de Educación, que defiende la eliminación de la religión católica en las escuelas públicas, mientras permite a los musulmanes disponer de la suya. Una incongruencia y un favoritismo más propio del odio que de la concordia. «¡Con la cabeza bien alta! Y recuerda los ratos entretenidos que nos hizo pasar Sonia. Nadie la superará», ha escrito.
Sin embargo, su mensaje ha sido también muy criticado. «Me sorprende y entristece ver cómo defienden posiciones reaccionarias y antifeministas de la Najat», ha apuntado un usuario.