Podemos está intentándolo todo por llevar a cabo su programa. Y más ahora, que el precio de la electricidad está por las nubes. Desde la formación morada aseguran que si el Estado montara una empresa energética pública, todo cambiaría. Sin embargo, desde el partido de Ione Belarra han visto con estupor cómo la «gran idea» de la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, que precisamente sí que montó una empresa eléctrica pública llamada Barcelona Energía, aplica los tarifazos y los picos de energía igual que las energéticas privadas. La excusa que dan desde esta Endesa de Colau es que «lo obliga la ley», según el departamento comercial de la compañía. Pero lo cierto es que no ha servido de mucho el que la titularidad de la empresa sea pública o privada.
Es divertido ver a Colau y a los suyos atacando a las empresas privadas por lucrarse unos beneficios ingentes por la situación que atraviesa el mercado energético. Mientras que todos los dirigentes de la formación morada se lanzan a la yugular de los directivos de las eléctricas, la empresa pública de Ada Colau aplica exactamente las mismas subidas y con la misma frecuencia que sus competidores. ¿La diferencia? Pues prácticamente ninguna a excepción de que los beneficios de esta empresa repercuten directamente en las arcas públicas mientras que los otros van a manos privadas (aunque también el Estado se lleva su tajada dado que la mitad de la factura de la luz son impuestos).
si al compañía de Colau ha fracasado a la hora de abaratar la factura de la luz a los ciudadanos, la de Podemos puede sufrir el mismo destino
La situación es tan cómica que Unidas Podemos ha querido tomar parte en el asunto y enterrar la realidad que rodea el proyecto de Colau. Desde la formación morada explican que, efectivamente, la compañía es esclava de las condiciones del mercado y de la dependencia del exterior. Pero el problema de fondo es que si al compañía de Colau ha fracasado a la hora de abaratar la factura de la luz a los ciudadanos, la de Podemos puede sufrir el mismo destino, pese a que ellos mismos renieguen esta afirmación.
Hasta el PSOE ha cedido a las pretensiones de Unidas Podemos y se ha abierto (muy cogido por pinzas) a la posibilidad de aprovechar según qué hidroeléctricas que pertenecen al Gobierno para producir energía de forma pública. No es exactamente lo que quieren desde la formación morada, que es crear una empresa energética pública al más puro estilo Endesa en sus «tiempos mozos», pero sí que comparten la idea de que el Estado contribuya con sus recursos a abaratar la factura mediante la producción de energía con centrales 100% renovables estatales. Pero de momento no es más que una idea y un argumento lanzado por Moncloa para defenderse del constante ascenso de la subida de la luz.
Barcelona Energía fue creada por el Ayuntamiento dirigido por Colau en 2018 y su idea era exactamente la misma que la propuesta por Unidas Podemos a nivel nacional. Esta compañía lo que busca es ofrecer una alternativa eléctrica más barata, limpia y ecológica, vamos, completamente renovable que ayude a abaratar la factura de la luz de los ciudadanos. Pero lo más curioso de todo es que la empresa de Colau resulta ofrecer una electricidad en algunas ocasiones más cara que la de sus competidores. El mundo al revés y un fiasco que desde Unidas Podemos pretenden ocultar. Y por supuesto, la compañía de Ada también es completamente esclava de las franjas horarias que tan poco han gustado a los españoles.
Lo que no se puede discutir de ninguna de las maneras es la rentabilidad de montar una empresa eléctrica en España. En 2019, la compañía de Colau obtuvo unos beneficios de casi seis millones de euros del último ejercicio, tal y como pudo comprobar Crónica Global. Pese a ser rentable, esos beneficios no han repercutido en la factura de los ciudadanos. Y claro, desde Podemos miran con recelo cómo su proyecto estrella se ha estrellado en Barcelona. Menos mal que la Ciudad Condal verá inversiones millonarias gracias al peso de ERC en el Congreso y a que el partido separatista está jugando con la necesidad de permanencia en el poder del presidente del Ejecutivo, Pedro Sánchez, para sacar todo el dinero que puedan para su territorio.