Si te gusta dar paseos campestres durante el verano, te habrás dado cuenta de que las moras ya están brotando en las plantas, casi listas para ser recolectadas. Lo mismo ocurre con los demás frutos rojos, como las grosellas, los arándanos, las fresas y las frambuesas. Aunque hoy día las podemos encontrar a la venta en cualquier época del año, son frutas estivales, y ya que la naturaleza es sabia y nos ofrece justo lo que necesitamos en cada estación, este es un buen momento para darles un mayor protagonismo en nuestra dieta diaria.
5GROSELLA, PARA PROTEGERNOS DEL SOL
Las grosellas pueden ser de dos tipos, negras o rojas, pero ambas son ricas en antocianinas, de hecho es uno de los alimentos con mayor proporción de este antioxidante, lo cual la coloca como el fruto rojo más valioso desde el punto de vista nutricional. Los antioxidantes actúan como defensa contra los radicales libres que dañan a las células del cuerpo, incluyendo las de la epidermis. La piel en verano tiene que combatir con uno de sus principales enemigos, el sol, que sin las precauciones adecuadas puede provocar envejecimiento prematuro además de otros daños más graves. Así pues, con fotoprotección y una dieta que incluya grosellas a diario, podemos estar a salvo.
