Si te gusta dar paseos campestres durante el verano, te habrás dado cuenta de que las moras ya están brotando en las plantas, casi listas para ser recolectadas. Lo mismo ocurre con los demás frutos rojos, como las grosellas, los arándanos, las fresas y las frambuesas. Aunque hoy día las podemos encontrar a la venta en cualquier época del año, son frutas estivales, y ya que la naturaleza es sabia y nos ofrece justo lo que necesitamos en cada estación, este es un buen momento para darles un mayor protagonismo en nuestra dieta diaria.
1LOS BENEFICIOS DE LOS FRUTOS ROJOS DURANTE EL VERANO
Los frutos rojos, también llamados frutos del bosque, bayas o berries, en inglés, tienen propiedades antioxidantes muy necesarias ahora mismo para combatir el envejecimiento producido por las prolongadas exposiciones solares. También son de gran ayuda para prevenir infecciones de orina, que también suelen ser más frecuentes en verano. Además también son ricas en fibra, mucha vitamina C, y minerales como potasio, zinc y hierro. Apenas tienen azúcar y su aporte calórico es casi nulo. Encima están ricos y se pueden consumir de muchas formas diferentes. Así pues, nunca está de más incluir un buen puñado de frutos rojos en una de esas 5 raciones de fruta y verdura recomendadas por los organismos de la salud. Pero para que sepas hasta qué punto son beneficiosos vamos a verlos por separado.