Cuando pensamos en platos de 10, siempre nos vienen los más caros, quizás mariscos, chuletones o pescados. Sin embargo, finalmente a todos nos viene a la cabeza que en esta vida no hay un mayor placer que comer un huevo frito. ¿Verdad? Ese placer de mojar el pan y sentir una yema jugosa. Eso sí, tiene que venir con puntilla, y nosotros sabemos el truco de Dabiz Muñoz. Toma nota de un estrella Michelin.
“Me flipan los huevos fritos en mucho aceite de oliva humeante con puntilla bien tostada y muy crujiente, el resto de la clara no muy hecha y la yema cocinada pero cremosa, que no liquida”, explicó un día en su red social de Instagram, y desde ese día todo el mundo puede comer un huevo frito de 10.
5Alguna prueba
Hay alguna serie de cuestiones para saber si el aceite está ya preparado. Cuando comprobemos que tiene la temperatura alta haremos la prueba de la miga de pan. Esta no es otra cosa que echarle una miga y, cuando empiece a bailar y dorarse, romper la cáscara y echar el huevo con delicadeza para evitar romper la yema. Si el fuego está muy fuerte, con apenas echarle un poco de aceite con una espumadera en los laterales. En menos de 30 segundos lo podemos tener.