La tarta de queso es una de las recetas de postres más deliciosas que podemos encontrar y también que preparar. Sencilla y con ingredientes de calidad, no cabe duda de que no hay nada mejor que terminar una buena comida con ella.
Sin embargo, seguro que si la has preparado alguuna vez por tu cuenta, te has encontrado con algunos problemas relacionados con el molde o con la consistencia de la base, que suele ser de galleta.
¿Quieres ponerles solución? Descubre el truco para lograr una base de galleta crujiente en tu tarta de queso.
5¿Molde metálico? Hornea la tarta de queso al baño maría
En el caso de que estemos usando un molde metálico, nos dará un mejor resultado hacer la tarta al baño maría. Para ello, usaremos una fuente honda con unos dos centímetros de agua. Aquí tendremos que forrar el molde con varios trozos de papel de aluminio, para que impida que el agua penetre en su interior.
Con este procedimiento, horneamos a 170 grados durante 30 o 40 minutos y, después, otro rato a 150 grados. En el momento en el que apaguemos el horno, dejaremos enfriar la tarta de queso ya hecha, esta vez, con la puerta entreabierta.