El colaborador y presentador, Kiko Hernández, es uno de los rostros televisivos más conocidos y una de las estrellas de Mediaset. En ‘Sálvame’, tras Jorge Javier Vázquez, es el que más influencia tiene y un intocable del programa. Sin embargo, su forma de ser, sus exclusivas, sus peleas, desplantes y el no tener pelos en la lengua, le han tener defensores y detractores a partes iguales. Pero, desgraciadamente, muchos son enemigos declarados o no y seguro que la noticia que vamos a dar, aunque suene duro, no les gustará nada. Y es que Kiko crea adhesiones y fobias muy viscerales.
Para ver la influencia que Kiko Hernández tiene en la cadena y en ‘Sálvame’, recordemos que recientemente, en la línea de convertir la vida privada de sus colaboradores en contenidos habituales del programa, amenazaron con sacar a la luz uno de sus secretos más oscuros. Se tomó bien el atrevimiento, pues en ese momento estaba ejerciendo de presentador. No obstante, siempre que ha recibido una amenaza de este tipo ha avisado de que, como la llevaran a la práctica, abandonaría en espacio. Resultado: ‘Sálvame’ dio marcha atrás y se centró en Anabel Pantoja.
2«De ti no me fio»
Ya la velada comenzó mal, como era de esperar, con un Kiko Hernández claro como siempre y beligerante con los que no traga. Se cebó con Carmen Borrego. La hija menor de María Teresa Campos entraba en el plató que tantos quebraderos de cabeza le ha dado ya que ha sido seleccionada ser una de las cocineras de ‘La última cena’. Pero no iba a cocinar sola, sino con alguien de ‘Sálvame’. Y cómo no, siempre fomentando la cadena la polémica y la audiencia, elegido era Kiko.
El que fuera uno de los míticos del ‘Eje del mal’ iba a cocinar con la que él llama ‘Potota’ porque le recuerda al Mr. Potato. Pero antes de que supiera que iba a ser el elegido y ella también, volvió a disparar contra las Campos. En este caso, contra Carmen. Lo suyo viene de lejos. Esto no tiene que ver con la última entrevista, sino de antes. Y es que hace tiempo que fue claro y contundente al decirle: “De ti no me fío. Tú vendes a tu madre por dos duros”. “De tu hermana y de tu madre, sí”.