El colaborador y presentador, Kiko Hernández, es uno de los rostros televisivos más conocidos y una de las estrellas de Mediaset. En ‘Sálvame’, tras Jorge Javier Vázquez, es el que más influencia tiene y un intocable del programa. Sin embargo, su forma de ser, sus exclusivas, sus peleas, desplantes y el no tener pelos en la lengua, le han tener defensores y detractores a partes iguales. Pero, desgraciadamente, muchos son enemigos declarados o no y seguro que la noticia que vamos a dar, aunque suene duro, no les gustará nada. Y es que Kiko crea adhesiones y fobias muy viscerales.
Para ver la influencia que Kiko Hernández tiene en la cadena y en ‘Sálvame’, recordemos que recientemente, en la línea de convertir la vida privada de sus colaboradores en contenidos habituales del programa, amenazaron con sacar a la luz uno de sus secretos más oscuros. Se tomó bien el atrevimiento, pues en ese momento estaba ejerciendo de presentador. No obstante, siempre que ha recibido una amenaza de este tipo ha avisado de que, como la llevaran a la práctica, abandonaría en espacio. Resultado: ‘Sálvame’ dio marcha atrás y se centró en Anabel Pantoja.
1Carmen Borrego consigue que Kiko Hernández pierda los nervios
Desde luego Kiko Hernández no lleva una buena racha, aparte de la pérdida de su gran amiga Mila Ximénez. Antes de desvelaros lo que no gustará a sus enemigos, recordemos los últimos y ajetreados días de Kiko. Uno de ellos lo protagonizó precisamente contra una de sus enemigas: Carmen Borrego. Es público y notorio que Kiko Hernández odia a las Campos y en especial a Terelu y a Carmen Borrego. Esta guerra se ha recrudecido más esta semana tras las duras palabras que el colaborador de ‘Sálvame’ a la madre de Alejandra Rubio. Todo venía a raíz de la portada de Carmen Borrego y Terelu Campos donde recordaban a Mila Ximénez.
Por eso Kiko aprovechó anoche en la emisión de ‘La última cena’ para abochornar a Carmen Borrego mientras les tocaba cocinar juntos. Empezó la hija de la Campos riéndose de si misma pero harta de que hablen sobre su papada: «Estoy hasta las narices de mi papada. A mí me gusta ya más ir de mamadas que de papadas«, dijo. Ante esta frase, Kiko Hernández no tardó en calificar el comentario: «Qué cosa más ordinaria, ojalá tu madre esté durmiendo, porque que una grande escuche a su hija hablar de mamadas… ¡Qué asco!». «¡De qué asco nada, eh!».