La Policía Local, en colaboración con la Policía Nacional, la Policía Portuaria y otras administraciones han levantado un total de 93 actas, la mayoría por incumplir la normativa COVID-19, pero también por botellones, esta madrugada en Palma.
Según ha informado el Ayuntamiento de Palma, la noche de este viernes día 23 de julio, la Policía Local, en colaboración con la Policía Nacional, la Policía Portuaria y otras administraciones ha llevado a cabo un nuevo dispositivo antibotellón, centrado en la zona de polígonos, Playa de Palma y puntos estratégicos, como el Paseo Marítimo, Santa Catalina o Sa Feixina.
En concreto, durante la noche de este viernes, en los polígonos de Palma se han establecido diferentes puntos de control de tráfico y de etilometría. Los agentes han destacado que no se han producido concentraciones de personas haciendo botellones en estos lugares.
Mientras, en la Playa de Palma, se ha desplegado el dispositivo habitual, en coordinación con los dos cuerpos, que se hace desde principios del mes pasado durante los fines de semana, donde también ha intervenido un vehículo de limpieza de Emaya.
Además, durante el dispositivo antibotellón de la noche de este viernes se ha prestado especial atención a las aglomeraciones de personas que se producen después del cierre de locales en la zona de Santa Catalina y Paseo Marítimo. Y, gracias a la Dirección General de Emergencias del Govern, el dispositivo policial ha usado un dron para detectar las aglomeraciones no autorizadas y ha permitido agilizar la movilización de los recursos policiales.
Como resultado de este dispositivo, y en un primer análisis de los datos, se han controlado 138 vehículos a los diferentes puntos de control establecidos. Además, se han levantado 93 actas, la mayoría por incumplimiento de la normativa COVID, pero también algunas para hacer botellones.
También, como consecuencia del operativo se ha detenido a una persona, se han realizado siete etilometrías administrativas, 21 denuncias de tráfico, cinco inmovilizaciones de vehículos y una retirada.
Asimismo, se ha paralizado la actividad de tres prostíbulos, se han precintado tres bares de copas y dos de los llamados party boats han sido denunciados, todos ellos por el incumplimiento de la nueva normativa autonómica dictada para paliar los efectos de la crisis ocasionada por la COVID-19.
Como dato significativo ha añadido que más de 1.000 bebidas alcohólicas, entre latas y botellas han sido intervenidas por los agentes. También se han retirado dos altavoces por incumplimiento del Orucep.
Con todo, ha destacado que estos dispositivos tienen una vertiente «preventiva y disuasiva» y siguen unos criterios de «congruencia, oportunidad y proporcionalidad». El dispositivo continuará la noche de este sábado.