El Boletín Oficial del Estado (BOE) publica este miércoles el real decreto aprobado en el Consejo de Ministros que permite la venta de test de autodiagnóstico, es decir, de antígenos o de anticuerpos, contra la COVID-19 en farmacias sin necesidad de receta.
La ministra de Sanidad, Carolina Darias, señaló este martes en la rueda de prensa posterior a la reunión de Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud que espera que los test tengan un precio «en una horquilla de 6 a 10 euros», lo que considera un «precio asequible» para los ciudadanos españoles.
Asimismo, Darias aclaró que estos test «son para despejar casos sospechosos pero si es positivo no contará en el sistema». Por ello, «tendrán que ir a la autoridad sanitaria competente».
En los mismos términos se manifestó la portavoz del Gobierno y ministra de Política Territorial, Isabel Rodríguez, en la rueda de prensa posterior al Consejo del Ministros que aprobó este martes el real decreto, y calificó esta decisión como «una medida muy reclamada y deseada», al tiempo que felicitó al Ministerio de Sanidad por el acuerdo alcanzado con los colegios de farmacéuticos y la industria farmacéutica.
Rodríguez resaltó que con su venta sin receta se permite a los ciudadanos hacer, «a título personal, un ejercicio de prevención» ante posibles contagios. En cualquier caso, insistió en que si el test da positivo se debe acudir al centro de salud para «chequear de nuevo» el diagnóstico y poder registrarlo ante el sistema sanitario.
En comparecencia ante la Comisión de Sanidad y Consumo del Congreso de los Diputados, Darias reivindicó la semana pasada que «se hace necesario aumentar la capacidad diagnóstica para identificar de forma más rápida sospecha de casos positivos e incluso de asintomáticos, como está ocurriendo en la población de 12 a 29 años, y controlar de la manera más eficaz posible la progresión de la pandemia.
«La exigencia de prescripción constituía una barrera», admitió la ministra. Este Real Decreto-Ley recibió el pasado viernes 8 de julio el preceptivo dictamen positivo del Consejo de Estado.
Darias justificó por qué en España han tardado tanto tiempo en llegar estas pruebas diagnósticas, en contraste con otros países europeos como Francia o Alemania, donde se pueden adquirir en farmacias, sin prescripción y a módicos precios, desde hace meses.
«Hasta que no teníamos la existencia de test de autodiagnóstico con marcado CE no podíamos autorizarlo. Estábamos esperando la llegada al mercado. Tan pronto llegaron nos pusimos en marcha con la tramitación del Real Decreto-Ley, que tiene su proceso. También estábamos esperando al dictamen del Consejo de Estado», explicó.
Según las cifras aportadas por Darias, habrá disponibles hasta cinco test con marcados CE y otros 11 con marcado en Europa, mientras que otros 39 están en investigación.
DETALLES DEL REAL DECRETO
El borrador de la nueva norma de Sanidad, publicado en mayo, que «la disponibilidad de pruebas de autodiagnóstico para la COVID-19 permitirá a la población general la realización de las pruebas sin la intervención de un profesional sanitario, lo que por un lado reducirá en cierta medida la presión asistencial de los centros sanitarios y permitirá la identificación rápida de sospechas de casos positivos».
De la misma forma, el Ministerio reconoce que la crisis sanitaria por la COVID-19 «hace necesario aumentar la capacidad diagnóstica del Sistema Nacional de Salud, con objeto de identificar de forma rápida sospechas de casos positivos, para tomar las medidas adecuadas y así controlar eficazmente la progresión de la pandemia y al mismo tiempo atender a los afectados por la pandemia y ayudar a su recuperación».
«Teniendo en cuenta que la exigencia de prescripción para la venta al público de estos productos constituiría una importante barrera para su uso, es conveniente incluirlos entre los productos de autodiagnóstico exceptuados de la necesidad de prescripción para su adquisición en farmacias», explicó el Ministerio en su borrador.
Respecto a la repercusión que para la economía pueda producir la aprobación del Real Decreto-Ley, Sanidad considera que «aumentar la capacidad diagnóstica del Sistema Nacional de Salud, con objeto de identificar de forma rápida sospechas de casos positivos, ayudará a controlar eficazmente la progresión de la pandemia y, por lo tanto, a la disminución de las restricciones de movilidad y a la reanudación de las actividades normales».
Tras aprobarse esta norma, las pruebas de autodiagnóstico de la COVID-19 se unirán a otros test que tampoco necesitan receta, como los del embarazo y de la fertilidad, así como los destinados a la determinación de la glucemia o la detección del VIH. Al igual que estos productos, los test para detectar la COVID-19 podrán tendrán permitido realizar publicidad.