El Consejo de Ministros ha aprobado este martes el Real Decreto que va a permitir la venta de test de autodiagnóstico, es decir, de antígenos o de anticuerpos, contra la COVID-19 en farmacias sin necesidad de receta.
En rueda de prensa, la portavoz del Gobierno y ministra de Política Territorial, Isabel Rodríguez, ha calificado esta decisión como «una medida muy reclamada y deseada«, y ha felicitado al Ministerio de Sanidad por el acuerdo alcanzado con los colegios de farmacéuticos y la industria farmacéutica.
Rodríguez ha resaltado que con su venta sin receta se permite a los ciudadanos hacer, «a título personal, un ejercicio de prevención» ante posibles contagios. En cualquier caso, ha insistido en que si el test da positivo se debe acudir al centro de salud para «chequear de nuevo» el diagnóstico y poder registrarlo ante el sistema sanitario.
En comparecencia ante la Comisión de Sanidad y Consumo del Congreso de los Diputados, Darias reivindicó la semana pasada que «se hace necesario aumentar la capacidad diagnóstica para identificar de forma más rápida sospecha de casos positivos e incluso de asintomáticos, como está ocurriendo en la población de 12 a 29 años, y controlar de la manera más eficaz posible la progresión de la pandemia.
«La exigencia de prescripción constituía una barrera», admitió la ministra. Este Real Decreto-Ley recibió el pasado viernes 8 de julio el preceptivo dictamen positivo del Consejo de Estado.
Darias justificó por qué en España han tardado tanto tiempo en llegar estas pruebas diagnósticas, en contraste con otros países europeos como Francia o Alemania, donde se pueden adquirir en farmacias, sin prescripción y a módicos precios, desde hace meses.
«Hasta que no teníamos la existencia de test de autodiagnóstico con marcado CE no podíamos autorizarlo. Estábamos esperando la llegada al mercado. Tan pronto llegaron nos pusimos en marcha con la tramitación del Real Decreto-Ley, que tiene su proceso. También estábamos esperando al dictamen del Consejo de Estado», explicó.
En la misma línea, Rodríguez ha esgrimido este martes que han tardado en llegar porque no estaban disponibles en formato de autodiagnóstico. «Una vez esos productos han estado disponibles por la industria y se ha armado el diálogo con las farmacias la posibilidad logística de organizarlo, se ha decidido poder traerlo. Es ahora el momento oportuno en cuanto a evolución de la industria en los productos que posibilitan el autodiagnóstico», ha resaltado.
Según las cifras aportadas por Darias, habrá disponibles hasta cinco test con marcados CE y otros 11 con marcado en Europa, mientras que otros 39 están en investigación.
«PRECIOS ASEQUIBLES»
Rodríguez ha defendido que el Ejecutivo tiene «un interés muy importante» en que estos test tengan «precios asequibles para los consumidores». Misma afirmación realizó Darias, quien argumentó que el Gobierno va a «trabajar» para que estas pruebas tengan un «precio asequible».
«Vamos a trabajar para que sea un precio asequible para la ciudadanía de este país», anunció la ministra en rueda de prensa el pasado miércoles tras la reunión del Pleno del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (CISNS).
DETALLES DEL REAL DECRETO
El borrador de la nueva norma de Sanidad, publicado en mayo y al que tuvo acceso Europa Press, justifica que «la disponibilidad de pruebas de autodiagnóstico para la COVID-19 permitirá a la población general la realización de las pruebas sin la intervención de un profesional sanitario, lo que por un lado reducirá en cierta medida la presión asistencial de los centros sanitarios y permitirá la identificación rápida de sospechas de casos positivos».
De la misma forma, el Ministerio reconoce que la crisis sanitaria por la COVID-19 «hace necesario aumentar la capacidad diagnóstica del Sistema Nacional de Salud, con objeto de identificar de forma rápida sospechas de casos positivos, para tomar las medidas adecuadas y así controlar eficazmente la progresión de la pandemia y al mismo tiempo atender a los afectados por la pandemia y ayudar a su recuperación».
«Teniendo en cuenta que la exigencia de prescripción para la venta al público de estos productos constituiría una importante barrera para su uso, es conveniente incluirlos entre los productos de autodiagnóstico exceptuados de la necesidad de prescripción para su adquisición en farmacias», explicó el Ministerio en su borrador.
Respecto a la repercusión que para la economía pueda producir la aprobación del Real Decreto-Ley, Sanidad considera que «aumentar la capacidad diagnóstica del Sistema Nacional de Salud, con objeto de identificar de forma rápida sospechas de casos positivos, ayudará a controlar eficazmente la progresión de la pandemia y, por lo tanto, a la disminución de las restricciones de movilidad y a la reanudación de las actividades normales«.
Tras aprobarse esta norma, las pruebas de autodiagnóstico de la COVID-19 se unirán a otros test que tampoco necesitan receta, como los del embarazo y de la fertilidad, así como los destinados a la determinación de la glucemia o la detección del VIH. Al igual que estos productos, los test para detectar la COVID-19 tendrán permitido realizar publicidad.