La novena edición de ‘MasterChef’ ya concluyó, tras 13 semanas de dura pugna. Arnau se hizo con la victoria contra todo pronóstico, al menos a priori viendo los primeros programas. Arnau París sorprendió a todos y bordó una de las finales más emocionantes del talent. Veamos por qué y sepamos qué le pareció más duro a Arnau.
Arnau es un vencedor atípico del concurso. Nunca destacó demasiado ni en los fogones ni en lo televisivo, con un profesión como la de comercial de grifos tan alejada de la cocina. Pero sin duda es un ejemplo para futuros candidatos, ya que fue el típico de caso de alguien que como una hormiguita acumuló el conocimiento de las semanas, aguantó, se esforzó y dio el 110% en el momento preciso para vencer a otros que iban de favoritos y en principio con más talento o capacidad.
5El problema del horario y de la duración
Si hay décima edición de ‘MasterChef’, cosa casi segura, quizá deberían reducir la duración o adelantar su emisión, o ambas. Esto no es algo nuevo ni mucho menos, pero también ha salido a relucir en esta novena edición. A pesar de que TVE, al contrario que otras cadenas, si arranca pronto la emisión de ‘MasterChef’ (poco después de las 22:00 horas), el programa se hace eterno. Y pronto hablamos para los horarios españoles, pero no deja de ser una hora tardía sobre todo en programas de larga duración.
Dura más allá de las 01:00 horas de la madrugada, lo que a muchos les impide ver el final. De ahí que el programa sea uno de los más vistos en diferido. La duda es si esos espectadores son nuevos, o son los mismos que el día anterior no pudieron ver el desenlace del programa. La cuestión es que la gran mayoría de espectadores madruga al día siguiente y no puede permitirse acostarse tan tarde. Y eso que no hay anuncios.
