Parece mentira, pero en pleno siglo XXI y en plena pandemia hay algunos sectores básicos que no se han modernizado lo más mínimo. Ellos viven como en los años 90 y parecen completamente ajenos a la realidad tecnológica que les rodea. ¿Quién no coge el autobús a diario para ir al trabajo? Puede que la mayoría que lo haga a menudo disponga del abono transportes para abaratar el gasto, pero quien necesite cogerlo de forma esporádica se puede encontrar con una sorpresa. Los autobuses del Grupo Avanza (más coloquialmente conocidos como autobuses Larrea) no aceptan tarjeta de crédito para pagar un viaje y tampoco ofrecen una alternativa. O pagas el abono o les das un billete en mano de menos de 5 euros, si no, el conductor mismo evitará que entres en el transporte, un servicio básico. Una realidad que la Consejería de Transportes y el Consorcio Regional de Transportes se han propuesto cambiar y que el consejero David Pérez pretende poner en marcha cuanto antes.
No hay que hacer una labor de periodismo de investigación muy concienzuda para darse cuenta de que el Grupo Avanza no acepta tarjetas de crédito en los trayectos interurbanos. Si viajes de un municipio madrileño, cualquiera que sea, con destino a La Moncloa, ya puedes preparar un billete de cinco euros (diez a los sumo) porque en caso contrario el conductor te dejará plantado donde estés. Ellos no solo no tienen un datáfono o cualquier máquina que se beneficie de ese invento que para el Grupo Avanza debe ser propio de Star Wars llamado contactless (sin contacto), sino que tampoco aceptan billetes de 20 euros o superiores porque el cambio lo aportan los propios conductores del autobús. O vas con lo justo y en efectivo, o te quedas en la dársena a la espera de que te lleve un taxi.
los conductores agradecen que la nueva consejería se haya puesto manos a la obra y haya puesto el foco en este problema
Este medio de comunicación se ha puesto en contacto con uno de los trabajadores del Grupo Avanza que prefiere mantener el anonimato y asegura que ellos son los primeros interesados en tener ese sistema. Primero, porque quienes dan la cara ante los clientes que se encuentran con la surrealista situación de que no acepten tarjeta en 2021 son ellos. Y segundo, porque les haría mucho más cómoda su labor de llevar a cientos de personas. Pero la «culpa» no es solo del Grupo Avanza, sino del Consorcio Regional de Transportes de Madrid y de lo lentas que van las pruebas para poner en marcha el dispositivo. Aun así, los conductores agradecen que la nueva consejería se haya puesto manos a la obra y haya puesto el foco en este problema.
Desde el Consorcio reconocen que las validadoras no están preparadas para aceptar el pago con tarjeta. Admiten a MONCLOA.com que se están haciendo pruebas piloto para traer el pago con tarjeta en los autobuses pero van lentas. «Para implementar estos sistemas son muchas las pruebas q hay q hacer», reconocen fuentes de Transportes. Hay otras alternativas de pago y la tecnología que hay que implementar es compleja. Pero en cualquier caso, parece que la Consejería de Transportes y el Consorcio ya se han puesto manos a la obra.
La nueva consejería no se olvida de esta realidad y asegura que está trabajando en un sistema que contente a todos y permita acabar con esas incómodas situaciones que pueden dejar a alguien con dinero (y prisa, en muchos casos) en la dársena porque el conductor se niega a dejarle pasar. La Comunidad de Madrid prepara el cambio y lo hace mediante un proyecto que se ha propuesto para su financiación con cargo al fondo de recuperación y resiliencia de Pedro Sánchez. Ya que el presidente socialista lo quiera financiar o no es cosa suya. En cualquier caso, la Consejería de Transportes ya se han puesto en marcha para buscar alternativas, como el pago a través de terminal móvil para sustituir la muy usada tarjeta.
LOS CONDUCTORES SE QUEJAN
Hay de todo. Lo mismo un conductor de la línea 683 no tiembla al dejar tirado a alguien en la dársena porque no acepta ni su dinero ni le ofrece alternativas que otros intentan facilitar la vida al usuario con todo lo que tienen (hasta jugándose su puesto por ayudar). En cualquier caso, los que no disfrutan prohibiendo el paso al autobús a los madrileños se han quejado a este medio asegurando que ellos son los primeros que pagan las consecuencias. Uno de esos conductores reconoce que se ha visto en esas más de una vez y que ya tiene unos pasos a seguir para intentar solucionar el problema. Se lo intenta explicar con educación e incluso intenta esperar lo posible para que vaya al cajero o para que cambie el billete grande.
No ha sido hasta la llegada del nuevo consejero de Transportes hasta que se ha dado una respuesta contundente y favorable a los intereses de los conductores
En cualquier caso, ellos reconocen a MONCLOA.com que llevan tiempo solicitando al Consorcio Regional de Transportes que implemente el pago con contactless para evitar problemas y facilitar la vida a todo el mundo, y más en pandemia. Ha habido reuniones en las que han reconocido sacar el tema y el Consorcio se ha mantenido en sus trece. Muchos cambios, muchas esperas, muchos proyectos piloto pero pocos resultados. No ha sido hasta la llegada del nuevo consejero de Transportes hasta que se ha dado una respuesta contundente y favorable a los intereses de los conductores: se está desarrollando el proyecto piloto y lo han solicitado para financiarlo con cargo al fondo de recuperación y resiliencia. Sea como sea, el equipo de David Pérez está en ello y no solo trabajan en una solución vía banco, sino que también quieren facilitar nuevas opciones, como el pago a través de la aplicación en el móvil.
Esto es un paso más en la digitalización que emprenderá David Pérez a los transportes. Los autobuses son una parte de ello, pero hay muchos más sectores donde se pretende modernizar todo lo posible las instalaciones. Los conductores se quejan de que no tienen amparo por parte del Consorcio y sobretodo de que no obtienen respuestas. La Comunidad de Madrid con una Consejería recién nombrada se ha puesto manos a la obra y no ha tardado ni un mes en responder a las demandas de los conductores. Si todo sigue así, a lo largo de la legislatura se podrán ver cambios en este supuesto. Solo queda que los conductores pongan algo de su parte y no sigan dejando tirados a los madrileños con el libro del reglamento en la mano.