El café es una de las bebidas más comercializadas y consumidas en todo el mundo, junto con el té, el agua y la cerveza. Se obtiene de tostar los granos de la planta del café y molerlos posteriormente para infusionar en agua hirviendo el polvo resultante. Tiene un elevado contenido en cafeína, que es una sustancia psicoactiva que actúa como estimulante, y forma parte de nuestro día a día, siendo además una de las bebidas sociales no alcohólicas más populares. Durante mucho tiempo, el consumo de café se ha desaconsejado como algo dañino para la salud, y muchos expertos han promovido el prescindir de él como una de las pautas imprescindibles para la mejora de los hábitos de alimentación.
5MENOS RIESGO DE DETERIORO COGNITIVO
Esta taza de café por las mañanas, según los estudios más recientes, estaría pues más que justificado para tomar energías al comienzo del día, pero además, como ha podido comprobar el Annals of Internal Medicine tras un estudio con más de 500.000 participantes, el café consumido a diario puede alargar la vida de las personas, ya que puede disminuir el riesgo de mortalidad. Esto se debe a la gran cantidad de antioxidantes que están presentes en esta oscura y amarga bebida, que tiene un efecto protector frente a enfermedades neurodegenerativas.
Estas sustancias, además de activar la mente y el cuerpo, también refuerzan la memoria, a corto y a largo plazo. Según un estudio efectuado por el CIBER de Fisiopatología de la Obesidad y Nutrición (CIBEROBN), junto al Instituto de Investigación Sanitaria Pere Virgili, las personas que tomaban café de manera habitual presentaban unas tasas inferiores de deterioro cognitivo que los que no lo hacían.