Johnson & Johnson ha anunciado este jueves datos que demuestran que su vacuna contra la COVID-19 de una sola dosis genera una actividad «fuerte y persistente» contra la variante Delta y otras de alta prevalencia.
Además, los datos mostraron que la durabilidad de la respuesta inmunitaria se prolongó durante al menos ocho meses, el periodo de tiempo evaluado hasta la fecha. Los dos resúmenes de estos estudios se han enviado para su publicación a bioRxiv.
«Los estudios refuerzan la capacidad de la vacuna COVID-19 de Johnson & Johnson para ayudar a proteger la salud de las personas en todo el mundo. Creemos que nuestra vacuna ofrece una protección duradera contra el COVID-19 y provoca una actividad neutralizante contra la variante Delta. Esto se suma al sólido conjunto de datos clínicos que apoyan la capacidad de nuestra vacuna de una sola inyección para proteger contra múltiples variantes de interés», ha comentado el vicepresidente del Comité Ejecutivo y director científico de Johnson & Johnson, Paul Stoffels.
«Los datos correspondientes a los ocho meses estudiados hasta ahora muestran que la vacuna genera una fuerte respuesta de anticuerpos neutralizantes que no disminuye, sino que observamos una mejora con el tiempo. Además, observamos una respuesta inmunitaria celular persistente y particularmente robusta y duradera», ha añadido el director global de Investigación y Desarrollo de Janssen, Johnson & Johnson, Mathai Mammen.
En un subconjunto de ocho participantes en el estudio de fase 3 ‘ENSEMBLE’, la vacuna provocó una actividad de anticuerpos neutralizantes contra la variante Delta a un nivel aún más alto que el observado para la variante Beta (B.1.351) en Sudáfrica, donde se demostró una alta eficacia contra la enfermedad grave/crítica.
En ‘ENSEMBLE’, la fue un 85 por ciento eficaz contra la enfermedad grave/crítica y demostró protección contra la hospitalización y la muerte. La vacuna fue sistemáticamente eficaz en todas las regiones estudiadas a nivel mundial, incluso en Sudáfrica y Brasil, donde hubo una alta prevalencia de las variantes Beta y Zeta (P.2) de rápida aparición durante el período de estudio.
Por otra parte, los resultados de un subestudio de fase 1/2a en 20 participantes mostraron que las respuestas inmunitarias humorales y celulares duraron al menos ocho meses, el último punto de tiempo registrado en el estudio hasta ahora. Los datos mostraron que las respuestas de las células T, incluidas las células T CD8+ que buscan y destruyen las células infectadas, persistieron durante los ocho meses examinados.
Una sola dosis de la vacuna de Janssen generó anticuerpos neutralizantes contra una serie de variantes del SARS-CoV-2 que son motivo de preocupación, y que aumentaron con el tiempo, incluso contra la variante Delta (B.1 .617.2), la variante Beta (B.1.351), parcialmente resistente a la neutralización, las variantes Gamma (P.1) y otras, incluidas las variantes Alfa (B.1.1.7), Epsilon (B.1.429), Kappa (B.1.617.1) y D614G, así como la cepa original del SARS-CoV-2 (WA1/2020).