Mientras por un lado la Unión Europea anuncia la prohibición de la venta de envases de polietireno, pajitas, bastoncillos y platos y cubiertos de plástico, lo cual supondrá un considerable descenso del nivel de residuos contaminantes, por el otro la OCU revela que en España tenemos un serio problema con el reciclado. Según datos de la Organización de Consumidores y Usuarios solamente se recicla un 30% de los envases que arrojamos en el contenedor amarillo y no un 79% como presume Ecoembes, la empresa que gestiona el proceso en nuestro país.
El problema principal, según la OCU es que la mitad de los envases son descartados porque no pasan el filtro de clasificación en las plantas de tratamiento donde se seleccionan los residuos. Algunos de los envases que son descartados por los recicladores son los PET opacos, los plásticos multicapa flexibles y los de tipo PS. El proceso de reciclado es complejo y empieza por la separación de los desechos, que es probablemente la parte más difícil. Los materiales se separan en función de su tipología y se desechan si tienen restos de alimentos, tierra, o etiquetas. Luego se clasifican por colores. Después de su clasificación, las piezas se rompen y se trituran, se lavan, se centrifugan, se homogeneizan a través de un proceso mecánico y finalmente se realiza el granceado, que convierte las piezas en pequeñas bolitas para su utilización en nuevas aplicaciones.
URGE UNA MEJORA EN LOS PROCESOS DE FABRICACIÓN Y RECICLAJE
Lo que denuncia la OCU los envases no están correctamente diseñados y en muchos casos provoca dificultad en su clasificación. Por ejemplo, es frecuente que los envases que van envueltos con una etiqueta, generen confusión a la hora de clasificarse. Los que mejor se reciclan son los envases de acero y de aluminio y los peores son los multicapa (tetrabricks) las bolsas y botes de patatas fritas, los tubos de pasta de dientes o similares, que están fabricados con diferentes materiales, y los envases de menos de 5 centímetros, que terminan perdiéndose. Tampoco se clasifican correctamente los plásticos tipo film, las bandejas de alimentos, los plásticos PS de los vasitos de yogur o de arroz, o los PET opacos o de colores intensos, como las botellas de leche o de productos de limpieza.
Ante esta situación la OCU ha reclamado a la Administración que se revise el proceso de fabricación de los envases de cara a su futuro reciclaje. Además, también exige que se obliga a Ecoembes a mejorar urgentemente su proceso de clasificación, ya que en la actualidad el 70% de los envases que los consumidores colocan en el contenedor amarillo terminan en el vertedero y no se reciclan. La organización también anima a los ciudadanos a revisar sus hábitos de compra y tratar de hacer un consumo más sostenible y respetuoso con el medioambiente, evitando todo lo posible los envases, y en especial aquellos que serán rechazados en las plantas de tratamiento de residuos.
