Con la llegada del buen tiempo y de las vacaciones se incrementan los viajes. El Camino de Santiago lo hacen a lo largo del año muchísimas personas, pero la mayoría se concentran en verano. Hay infinidad de rutas para llegar a Santiago de Compostela por lo que tendrás que elegir bien una que te guste y se adapte a tus capacidades. Es importante que cuentes con una preparación física y mental para el recorrido. A lo largo del camino te surgirán contratiempos, te cansarás y probablemente te salgan ampollas o rozaduras, pero tendrás que haberte mentalizado previamente para no perder el ánimo y que tu recorrido sea inolvidable. Ten en cuenta los siguientes consejos y disfruta del camino.
1Preparación física previa
Antes de emprender el Camino de Santiago debes estar en forma para superar cada etapa. Es importante que establezcas los retos de cada día adaptados a tus capacidades. La planificación es la base de lo que vivirás después por lo que es recomendable que consultes las distintas opciones antes de emprender la marcha. Una vez que hayas decidido de que manera realizarás el Camino de Santiago empieza a prepararte. Tanto si vas a recorrer los kilómetros en bici o andando necesitarás entrenar durante horas los meses previos incluyendo alguna ruta larga. Si además vas a emprender el camino con el equipaje debes incluir una mochila con peso en tus entrenamientos. De esta forma conseguirás acostumbrar al cuerpo progresivamente para que la aventura sea menos complicada y evitarás lesiones.