viernes, 22 noviembre 2024

La singular relación de Calidad Pascual con el sello de Bienestar Animal de sus granjas

Es suficientemente complicado garantizar buenas condiciones de vida para los animales dentro de la industria alimenticia, y por ello han aparecido diversos sellos de calidad animal, tratando de certificar el bienestar de estos animales, algo que cada vez exigen más los consumidores.

Así, Asociación Española de Normalización y Certificación (AENOR) ha creado un sello de Bienestar Animal que teóricamente acredita que la calidad de vida del ganado explotado en granjas es buena. Hasta ahí todo normal. La sorpresa es que son personas relacionadas con la ganadería las que conceden este sello, cuya función es la de presumir frente a sus potenciales clientes de lo bien que tratan a los animales… criados igualmente por ganaderos. Es decir, detrás de esta certificación de AENOR, homologada por el Instituto de Investigación y Tecnología Agroalimentarias (IRTA), no hay ni animalistas, ni veterinarios ni científicos, hasta donde hemos comprobado. Solo ganaderos.

Así llama poderosamente la atención que tras esta famosa certificación codiciada por las compañías ganaderas hay trabajadores relacionados de alguna forma con la explotación animal, que incluso han colaborado en el pasado con empresas que hoy presumen del famoso sello, como es el caso de la empresa láctea Calidad Pascual.

Varios responsables que se encargan de homologar y formar a los auditores de AENOR que otorgan este sello de bienestar animal que han colaborado en algún momento de su carrera laboral con la citada empresa láctea, algo que no niegan desde la compañía.

Calidad Pascual lleva años presumiendo del sello de bienestar animal en sus granjas, incluso haciendo campañas de televisión presumiendo de esta certificación, pero obviando que las personas que lo otorgan han cobrado e incluso han sido premiadas por ellos mismos en épocas recientes.

¿Quién no recuerda el delirante anuncio de Calidad Pascual con el ganadero cantando You are so beautiful to me y diciéndole a las vacas «que bonita eres» en el 2018?

Hay singularidades escondidas en una maraña de nombres de instituciones y subcontrataciones, pero no es difícil establecer relaciones. AENOR concede un sello de bienestar animal, pero quien homologa este certificado no es esta asociación española, sino el Instituto de Investigación y Tecnología Agroalimentarias (IRTA).

Este sello se basa aparentemente en unos referenciales europeos llamados Welfair Quality y AWIN. Pero lo que interesa de todo esto es el IRTA, un Instituto donde los responsables que se encargan de establecer los estándares de bienestar animal tienen relación directa con los ganaderos de la industria láctea y en especial con Calidad Pascual, que presume de ser el único gran productor con el sello otorgado a cada una de sus 348 granjas proveedoras de leche. Algo que resulta sorprendente además de un evidente conflicto de intereses.

Tomas Pascual Ganaderos certificado bienestar animal

AENOR ha llegado a  emitir notas de prensa en las que se enorgullecía de las empresas que habían recibido sus sellos. Algunos se preguntarán qué pinta AENOR lanzando comunicados en los que presume de que compañías como Calidad Pascual ha renovado por cuarto año consecutivo su certificación de bienestar animal. Pues bien, la respuesta puede que la tengan Antonio Velarde Calvo, responsable del programa de bienestar animal en el IRTA y Alex Bach Ariza, director de la Unidad de Rumiantes del mismo instituto.

Antonio Velarde ha sido más discreto a la hora de visibilizar sus lazos con la empresa, pero no tanto a la hora de mostrar su relación con la explotación ganadera. De hecho, el responsable del programa de bienestar animal en el IRTA no tiene a primera vista relación laboral con esta empresa láctea; con quien la tiene es directamente con el instituto lanzada por el presidente de Pascual que lleva el nombre del fundador de la compañía: el recordado Tomás Pascual Sanz.

Velarde colaboró en 2010 con el Instituto Tomás Pascual para elaborar un curso online sobre la industria láctea. Ese curso se llama «Leche: de la producción al consumo« y contó con la colaboración de muchos autores, entre los que se encuentran el propio Velarde y Alex Bach. Todos hablando en positivo de la industria láctea y poniendo el valor nutricional de la leche. De entre los apartados que nos encontramos en el índice del curso online financiado por el Instituto del dueño de Calidad Pascual, nos encontramos puntos tan relacionados con el bienestar animal como la «mejora genética del ganado bovino lechero» o el «manejo de explotaciones de vacuno de leche e instalaciones». Pero por supuesto, de lo que hablaron Velarde y Bach Ariza fue del presunto bienestar animal en esta industria.

leche

Tanto Velarde como Bach Ariza formaron parte de este curso financiado por el Instituto Tomás Pascual como profesores, pero cuando empezamos a explorar el pasado empresarial de Bach Ariza se acrecientan las dudas respecto a la integridad de este sello que concede AENOR bajo la homologación del IRTA. Mientras que Velarde ha sido más discreto, Álex Bach ha incluso recibido premios por parte de Calidad Pascual.

El instituto Tomás Pascual PREMIÓ con 3000 euros a un directivo del IRTA, instituto que homologa el sello de bienestar animal Y CERTIFICA SUS GRANJAS

Álex Bach Ariza recibió en enero de 2016 un premio en la V edición del Premio Instituto Tomás Pascual Sanz-Real Academia de Ciencias Veterinarias (RACVE) dotado con 3.000 euros, según su página web, por un estudio en el que hacía más eficiente el obtener leche de las vacas. «Las dos alternativas más factibles para obtener mejoras notables en la eficiencia de utilización de recursos naturales para la producción de leche son por un lado, mejorar el crecimiento y calidad de la recría, y, por otro, mejorar la eficiencia de conversión de la vaca lactante». No sabemos hasta qué punto la «recría» y la «conversión de la vaca lactante» son claves para el bienestar animal, pero en cualquier caso Tomás Pascual consideró oportuno galardonar a este directivo del IRTA, que poco después certificó con el sello de «bienestar animal» todas y cada una de las 348 granjas de Calidad Pascual.

«Es que es un gran profesional», detallan desde Calidad Pascual en referencia a la entrega del premio a Bach Ariza. Desde la empresa no se muestran sorprendidos por el hecho de que uno de los profesores del IRTA que hablaba en un curso financiado por el Instituto Tomás Pascual sobre cuestiones de «bienestar animal» haya recibido un premio de su instituto.

LAS VENTAS DEL SECTOR LÁCTEO NO PARAN DE CAER AÑO A AÑO. El consumidor exige buen trato a los animales. El buen trato es díficilmente compatible con la  producción más rentable

Pero la colaboración de Bach Ariza con Calidad Pascual no se queda ahí. El dirigente del IRTA también ha coincidido con el fundador de Pascual en algunos trabajos y publicaciones, como es el caso del estudio «El sector lácteo español, en una encrucijada». Todo es poco por salvar al sector lácteo español donde la venta no deja de caer año tras año. En 2010 se consumieron en los hogares españoles 3,52 millones de toneladas de leche; y en 2017 poco más de 3,18 millones, según los datos oficiales del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación.

Quizás en este último dato esté la clave de por qué Bach Ariza ha colaborado tanto en trabajos como en estudios con el Instituto Tomás Pascual, pues su interés es el mismo: que sobreviva la industria láctea. Bach Ariza fue consejero y vicesecretario general de la empresa láctea Blanca From The Pyrenees, así como administrador solidario de la empresa Marlex Recerca I Educacio S.l., encargada entre otras cosas de la «investigación e innovación en nutrición, salud y manejo animal», tal y como se refleja en la descripción.

Pero Bach no es el único dirigente del IRTA que ha coqueteado con compañías relacionadas con la industria láctea. Velarde también fue consejero de la empresa Desmarca Tecnologies, encargada de prestar «servicios de asesoramiento en bienestar y salud animal, la experimentación y estudio en dicho campo, así como la comercialización de todo tipo de productos relacionados con el mismo, etc», tal y como se describe desde la compañía.

El resumen es que el sello de Bienestar Animal está coordinado y homologado en España por personas que provienen y han trabajado por y para la explotación ganadera. La calidad de vida de los animales debiera ser algo en lo que deberían participar científicos, biólogos, veterinarios o incluso animalistas, no está medida en el sello de AENOR por otros profesionales que no vengan de la explotación ganadera. Curioso, cuanto menos.

AENOR, UN MERO MENSAJERO

La Asociación Española de Normalización y Certificación (AENOR) concede sellos y certificaciones de todo tipo. Ellos se preocupan por responder a las inquietudes de la sociedad e intentan dar una respuesta apoyándose en lo que consideran verdaderos expertos. En el caso de Bienestar Animal, desde la compañía vieron que había unos estándares europeos que eran «bastante exigentes» que podrían cuadrar con su intención de conceder un sello de Bienestar Animal que acreditara la «buena vida» de los animales dentro de la explotación ganadera. Y como el único representante en España de ese certificado era el IRTA, contactaron con ellos para que formaran a sus auditores.

aenor: «NOSOTROS No sabíamos nada»

Por supuesto, AENOR mira con detalle los procesos, pero no la relación de quién está detrás de los procesos. Es decir, la marca ha asegurado a MONCLOA.COM que ellos en ningún momento eran conscientes de que parte del equipo del IRTA que estaba detrás de la formación de sus auditores tenían lazos con Calidad Pascual ni que habían tenido o trabajado en empresas de explotación ganadera. «No sabíamos nada», han detallado a este medio. Su única preocupación es conceder un certificado apoyándose en los mejores expertos, pero tampoco tienen tiempo de indagar sobre la vida laboral de dichos profesionales. Para AENOR, el IRTA era el único representante de Welfair Quality en España y no tuvieron otra alternativa.

Para AENOR, su función consta en formar a los auditores y mandarlos a conceder (o no) el sello pertinente. Pero la Asociación Española de Normalización y Certificación ha reconocido a MONCLOA.COM que no conocían los lazos que había entre algunos trabajadores del IRTA y Calidad Pascual.