La portavoz nacional del BNG, Ana Pontón, ha llamado a abrir un debate «sereno» y «tranquilo» en el próximo periodo de sesiones del Parlamento –que comenzará con el nuevo curso político de septiembre– en pro de «un nuevo estatus político» para Galicia, el cual supere el «traje del siglo pasado que queda pequeño» del Estatuto gallego de 1981.
En un acto en la Praza do Obradoiro con la plana mayor del Bloque, Pontón ha elegido la «simbólica» fecha del 28 de junio, en el 85 aniversario del referéndum del Estatuto del 36, para lanzar esta propuesta. Una jornada en la que también se celebran los derechos LGTBi, «dos caras de la misma moneda en defensa de la libertad y democracia».
Así, apela a «salir de este estado de emergencia», «pero no para volver al punto de partida o para retroceder», sino que con «una salida gallega» que sea «social y justa».
Y es que Pontón considera que la «principal lección» que deja la pandemia es que «nada volverá a ser igual», por lo que «es necesario superar la vieja fórmula de la dependencia y escoger el camino liberador que marcó Castelao».
«El actual Estatuto es un traje del siglo pasado que nos queda pequeño. Por eso, desde el BNG queremos mucho más, queremos capacidad real para decidir», ha dejado claro en favor de «un nuevo estatus político» que suponga «mejorar la vida de los gallegos y de las gallegas».
«Necesitamos un nuevo estatus político que nos reconozca como lo que somos: una nación en el mundo». «Que avancemos en capacidad real para poder decidir a favor de los gallegos», apostilla.
RECLAMAR «TODAS» LAS TRANSFERENCIAS PENDIENTES
Asimismo, la líder del Bloque asegura que trabajará para «reclamar todas las competencias pendientes en el actual Estatuto», pues «40 años después es tiempo de que se cumpla la ley y de que se transfieran a Galicia todas las competencias que están pendientes».
Al respecto, ha dicho que hay «más de 70 ámbitos» pendientes de ser transferidos, entre los que ha citado a la AP-9, la cuenca del Miño-Sil, la gestión del dominio público marítimo-terrestre, puertos, aeropuertos, tráfico y la determinación del régimen local de Galicia.
EL EJEMPLO DE CATALUÑA Y PAÍS VASCO
En su intervención, la portavoz nacional del Bloque ha recordado el legado del trabajo de Alexandre Bóveda por el Estatuto del 36, el trabajo «infatigable» de Castelao y la proclamación por Antón Alonso Ríos de «la república gallega» para apelar a la Galicia «orgullosa y rebelde».
Por ello, defiende poner a Galicia «por delante» en un contexto de crisis en la que «los grandes poderes económicos se empeñan en aprovechar en beneficio propio».
Precisamente, señala que en un momento en el que el Estado «está dando pasos para que Euskadi y Cataluña alcancen más poder político», subraya que «no se puede permitir que Galicia quede atrás relegada a una mera región».
Cree que de eso dependerá poder elegir sobre la producción eléctrica, el diseño de las infraestructuras o una hacienda gallega con una «fiscalidad justa» con el control del «100%» de los impuestos que pagan ciudadanos y empresas.
Igualmente, Ana Pontón apuesta por «abrir las puertas del futuro, dar pasos hacia una nueva Galicia en la que se hagan posibles los sueños, un tiempo nuevo de oportunidades para gente joven, de renacimientos social y cultural, de igualdad para las mujeres».
Aquí, cree necesaria una Galicia que pueda tomar «las decisiones relevantes en función de los intereses del país», dado que «no sirven la tutela y sumisión que practican las fuerzas políticas estatales», muestra de lo que ve «el último ejemplo» de lo sucedido con la AP-9.Advierte de que «no sirve degradar el autogobierno y convertir a la Presidencia de la Xunta» en una «correa de transmisión de las empresas del Ibex y de la agenda reaccionaria de la derecha centralista».
Por todo ello, aprecia que el nacionalismo gallego «está preparado para esta tarea histórica de reconstrucción y de transformación». «Somos un movimiento político fuerte, cohesionado y en expansión», asevera.
De este modo, «se va a abriendo paso una nación imparable», «no un poder tutelado y delegado». «Una nación sin ataduras y sin límites», define Pontón.