Con el verano encima, una de las recetas que siempre pensamos que no pueden faltar en nuestra mesa debido a sus ingredientes frescos es la ensaladilla rusa. Hablamos de un plato popular que triunfa tanto en casa como en el bar.
Además de ser ideal a la hora de sorprender a nuestros comensales, estamos acostumbrados a disfrutar de ella como tapa para acompañar a nuestra bebida favorita. Sin embargo, no todo son ventajas.
¿Te lo has preguntado alguna vez? Descubre los motivos por los que no deberías hacer nunca ensaladilla rusa.
5La ensaladilla rusa no es para llevarla en el túper
En verano, la ensaladilla rusa no es un plato para transportar en el túper de camino al trabajo y este es uno de los motivos por los que no deberíamos hacerla si la vamos a consumir de este modo.
Como ya hemos indicado, el riesgo de salmonella está ahí. Además, con una mala conservación, podrían aflorar otras bacterias a causa del calor que terminarían contaminando todo el plato y provocándonos malestar en general.
Sacar la ensaladilla de la nevera, introducirla en el túper y llevarla, por ejemplo, al trabajo, en un trayecto donde alcanzará fácilmente los 30 grados por la calle, no es nada recomendable para consumirla más tarde de forma segura.