Ensaladilla rusa: las razones por las que no deberías comer este manjar

Con el verano encima, una de las recetas que siempre pensamos que no pueden faltar en nuestra mesa debido a sus ingredientes frescos es la ensaladilla rusa. Hablamos de un plato popular que triunfa tanto en casa como en el bar.

Además de ser ideal a la hora de sorprender a nuestros comensales, estamos acostumbrados a disfrutar de ella como tapa para acompañar a nuestra bebida favorita. Sin embargo, no todo son ventajas.

¿Te lo has preguntado alguna vez? Descubre los motivos por los que no deberías hacer nunca ensaladilla rusa.

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La ensaladilla rusa no es para llevarla en el túper

ensaladilla rusa tuper

En verano, la ensaladilla rusa no es un plato para transportar en el túper de camino al trabajo y este es uno de los motivos por los que no deberíamos hacerla si la vamos a consumir de este modo.

Como ya hemos indicado, el riesgo de salmonella está ahí. Además, con una mala conservación, podrían aflorar otras bacterias a causa del calor que terminarían contaminando todo el plato y provocándonos malestar en general.

Sacar la ensaladilla de la nevera, introducirla en el túper y llevarla, por ejemplo, al trabajo, en un trayecto donde alcanzará fácilmente los 30 grados por la calle, no es nada recomendable para consumirla más tarde de forma segura.