En política no todo está firmado. Hay veces que es más fácil hablar las cosas en un despacho a puerta cerrada que abrirse a los medios de comunicación. En cualquier caso, como en la guerra, las treguas son una de las herramientas más útiles en política. Si no, que se lo pregunten al presidente del Partido Popular, Pablo Casado, y a su secretario general, Teodoro García Egea. Ambos quieren solo una oportunidad: la de presentarse a los comicios generales de 2023 sin guerras internas. No es de extrañar que hayan llegado a un pacto no escrito con quien es ahora su principal amenaza. La presidenta de la Comunidad de Madrid y Teodoro García Egea han llegado a un acuerdo poco después de que Isabel Díaz Ayuso no solo haya arrasado en las elecciones autonómicas, sino de que haya impulsado a Casado en las encuestas. Para que Ayuso dejara a un lado (solo por estos dos años) los cantos de sirena que le susurran que debe ser la candidata del PP a nivel nacional, Teodoro le regalará el PP de Madrid.
En un principio, cuando Ayuso era la más cuestionada en el partido y un activo político al que nadie quería acercarse, Teodoro ni se planteaba el que el PP de Madrid cayera en sus manos. Se hablaba del alcalde de Madrid (antes de que fuera portavoz), José Luis Martínez Almeida, o de la senadora Ana Camíns, pero en ningún caso el equipo de Casado se había planteado el darle con un lacito la presidencia del partido en la capital a Ayuso. Pero las elecciones autonómicas de 2021 han cambiado todo de forma radical. Ahora la presidenta de la Comunidad de Madrid es quien tiene el control de la situación y no Casado.
En los pasillos de Génova se hablaba entonces de lo imposible que era que Ayuso se quedara con el PP de Madrid y de que Almeida sería la mejor opción. Casado y Teodoro fueron más allá y entonces (allá por principios de 2020) apostaban por un perfil más blanco y menos conflictivo como el de Ana Camíns, pero nunca tuvieron en cuenta la posibilidad de que quien daría un vuelco a la situación y quien daría al mismísimo Casado opciones de gobernar sería la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, sería la elegida para quedarse con la formación. Tanto es así, que Teodoro, dentro de sus labores de fontanería enfocadas a la pervivencia de Casado, ha llegado a un acuerdo no escrito con Ayuso para que no abra fuego al menos hasta 2023.
El plan es sencillo. Casado daría su apoyo abiertamente a Ayuso para que se quedara con el PP de Madrid y, a cambio, la presidenta de la Comunidad de Madrid debe ignorar (al menos por dos años) esos susurros que le repiten al oído que ella es la mejor opción para que el PP expulse al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, de la Moncloa. Y como muestra de buena fe, quien dio el primer paso en este acuerdo fue el secretario general del partido vía Televisión Española. «Si yo fuera afiliado lógicamente mi total apoyo a la presidenta Isabel Díaz Ayuso, que ha demostrado que trabajar con firmeza y trabajar por las personas en su santo y seña» dijo García Egea hace tres semanas como el que ofrece la mitad del pago por adelantado y la otra mitad tras el resultado.
Si Casado gana las elecciones y tiene opciones de gobernar, Ayuso dejará de ser una amenaza
La idea es que este hueso entretenga a la presidenta de la Comunidad de Madrid hasta que se celebren las elecciones generales con Casado como candidato. Teodoro y su equipo consideran que ahora es un buen momento para apuntalar en el poder a su presidente popular dado que por primera vez (y gracias a la victoria de Ayuso) van por delante del PSOE en las encuestas. Si Casado gana las elecciones y tiene opciones de gobernar, Ayuso dejará de ser una amenaza. Esa es la consigna que se repiten una y otra vez en Génova. Y entre tanto, hay que tener entretenida a la presidenta autonómica y a su ambición, dado que ya apunta directamente a la presidencia del PP nacional.
El pacto está sellado, pero en Génova no confían demasiado en la palabra de la presidenta de la Comunidad de Madrid. Desde la sede del PP repiten con ahínco que Ayuso está «endiosada» y que tiene detrás a uno de los políticos más «peligrosos y efectivos» del panorama nacional: a su jefe de gabinete, Miguel Ángel Rodríguez. Que Ayuso ya apunta a ser candidata del PP a nivel nacional no es un secreto, la duda es cuándo y si conseguirá imponerse a otras ambiciones, como la del presidente de Galicia, Alberto Núñez Feijoo. En cualquier caso, este pacto no escrito no tiene garantías de ningún tipo y Teodoro lo sabe.
EL PP DE MADRID YA SABE A POCO
Desde la Comunidad de Madrid reconocen que Ayuso está crecida y que no saben hasta dónde llega su ambición. Lo que sí que aseguran es que la batalla por el PP de Madrid ya sabe a poco una vez visto el resultado de las elecciones autonómicas de la Comunidad de Madrid y el efecto que éstas han tenido en Casado. El presidente del PP no ha tenido que hacer absolutamente nada para crecer en las encuestas. Quien lo ha trabajado es Ayuso. Y si el «efecto-Ayuso» ha llevado a otro candidato (de lo más flojo y sin mucha capacidad de liderazgo) a lo más alto, ¿qué pasaría si fuera Ayuso quien fuera la candidata? Esta es la pregunta que carcome al gabinete de la presidenta popular y que hace temblar las piernas a más de uno en Génova.
El PP de Madrid era algo que la presidenta de la Comunidad de Madrid ansiaba, pero antes de que haya sido ella quien ha impulsado a Casado. Ahora le sabe a poco. De hecho, que se lo den es una cuestión básica. El problema es que Ayuso no es capaz de calmar esas voces que le susurran que si es la candidata a nivel nacional podría arrebatarle a Sánchez el control de la Moncloa sin pestañear. Y claro, acariciar la presidencia del Gobierno no es fácil. Especialmente si quien te lo impide te intenta «comprar» con una variante regional del partido que sabe a muy poco.