El ‘efecto Ayuso’ ha puesto en la picota al PSOE, cariacontecido tras la debacle de las elecciones madrileñas. Esta hecatombe ha facilitado que el Partido Popular se haya convertido en la primera opción, según afirman varias encuestas, y que en La Moncloa esté cundiendo el nerviosismo.
Pedro Sánchez tiene más de dos años para dar un vuelco a los sondeos y lo intentará mediante una arriesgada jugada en Cataluña, vía indultos. El presidente del Gobierno intentará que el PP radicalice su mensaje en asuntos ideológicos y que la corrupción pretérita lastre a Pablo Casado, que parece estar en condiciones de digerir a Ciudadanos y de dejar muy atrás a sus probables socios de Vox.
SALVAR A LA SOLDADO DÍAZ
La marcha de Pablo Iglesias tiene una ventaja para Podemos, que caminaba cuesta abajo y sin frenos en las encuestas, y un hándicap, ya que el vicepresidente del Gobierno aseguraba un sólido suelo electoral que ahora tiene visos de romperse.
Es cierto que Yolanda Díaz genera menos rechazo que Iglesias. Pero todavía está por demostrar que la vicepresidenta tercera del Gobierno genere la fidelidad que disfrutó durante muchos años su antecesor, que incluso en horas bajas logró mejores resultados que el PCE en tiempos de Santiago Carrillo o que Izquierda Unida en la etapa de Julio Anguita al frente de la coalición.
La Moncloa sabe que Unidas Podemos podría caer al precipicio por el ascenso de Íñigo Errejón a lomos del resultado de Más Madrid. Pero es cierto que la proyección mediática del ex número dos morado se ha interrumpido a causa de una posible agresión a un señor de 67 años.
Iván Redondo cree que Más País no podrá absorber toda la pérdida de escaños de Unidas Podemos, que ahora disfruta de la complicidad del PSOE tras pacificarse sus relaciones (véase el silencio sepulcral de Díaz sobre la crisis diplomática con Marruecos).
Unidas Podemos está intensificando su perfil feminista, véase el triunfo de Ione Belarra en las primarias del partido hegemónico en la coalición, y también su componente ecologista. En este segundo apartado está resultando clave Juan López de Uralde, que ha apadrinado Alianza Verde.
El diputado vasco dice que este nuevo proyecto aporta «ese ADN verde que Unidas Podemos siempre tuvo y tiene que estar perfectamente visible; nos reclamamos líderes en materia ambiental y en materia ecologista y queremos que eso se vea y se reconozca».
CONSOLIDACIÓN TERRITORIAL
El hiperliderazgo de Pablo Iglesias tuvo un sesgo masculino y centralista que Belarra quiere borrar. La intención de la ministra de Asuntos Sociales es consolidar Unidas Podemos a nivel autonómico gracias a un pacto entre su partido e Izquierda Unida y los ‘comunes’ de Ada Colau.
Para ello Unidas Podemos ha explicado que contará con una mesa territorial con el que intentarán fortalecer «el espacio político a nivel estatal y en cada territorio. Nuestra fortaleza organizativa y política es la condición de posibilidad para seguir impulsando las transformaciones que este país necesita, desde las instituciones y desde la sociedad civil organizada. Avanzar en la vertebración de nuestro espacio político nos hará ser más fuertes ante los intensos ataques que seguiremos recibiendo, y servirá también para ser cada día más efectivos en la defensa y consecución de la agenda política que defendemos«.
Su interés es «reforzar la hoja de ruta común que debe fortalecernos ante el próximo ciclo electoral municipal y autonómico, hoja de ruta que debe surgir desde nuestros espacios de base, multiplicando los mecanismos de coordinación y participación conjunta en cada territorio».
La fusión fría entre Podemos e Izquierda Unida «se traducirá en el fortalecimiento de la Mesa Confederal como espacio de coordinación política y definición de nuestra agenda de trabajo como espacio político, en coherencia con una dinámica que se ha ido asentando en los últimos meses», explican.