sábado, 23 noviembre 2024

El Congreso condena los últimos asesinatos de mujeres y niñas y guarda un minuto de silencio

El Congreso ha guardado este martes un minuto de silencio en memoria de las últimas mujeres asesinadas a manos de sus parejas o exparejas, así como a las niñas Anna y Olivia, asesinadas por su padre Tomás Gimeno en Tenerife, y también a Yaiza, asesinada por su madre en Barcelona.

Antes de comenzar con el debate de los puntos incluidos en el orden del día, la presidenta del Congreso, la socialista Meritxell Batet, ha tomado la palabra para pedir a sus señorías guardar un minuto de silencio como forma de condenar estos «terribles» asesinatos.

Batet ha subrayado que todos los ciudadanos han compartido en las últimas semanas la «angustia», primero, y la «indignación», después, tras conocer la muerte de las pequeñas Anna y Olivia a manos de su padre.

«Compartimos el desconsuelo de su madre», a la que Batet ha trasladado el apoyo de toda la Cámara en estos momentos «tan terribles», un respaldo que ha hecho extensible también al padre de Yaiza, asesinada por su madre la semana pasada.

«El dolor por sus muertes se suma al de las cinco mujeres asesinadas por violencia de género en las tres semanas transcurridas desde que el Congreso guardó por última vez un minuto de silencio por esa causa», ha añadido.

ACUERDO DE MÍNIMOS, TRES SEMANAS DESPUÉS

Este minuto de silencio ha sido posible tras el acuerdo de mínimos alcanzado en la Junta de Portavoces del Congreso. Vox, según explicó su portavoz, Iván Espinosa de los Monteros, propuso guardar un minuto de silencio por las tres menores, pero tanto el PSOE como Bildu pidieron que se precisara que Anna y Olivia eran víctimas de la violencia vicaria.

Además, según Espinosa, los socialistas reclamaron que se rindiera también tributo a las últimas mujeres víctimas de violencia de género, y Vox aceptó que se incluyera la mención a «las mujeres asesinadas por hombres» en las últimas semanas, aunque niega la existencia de una violencia específica contra las mujeres por el hecho de serlo.