Irene Rosales es una de las colaboradoras habituales de ‘Viva la vida’ y a pesar de ser uno de los rostros más conocidos del mundo rosa, procura adoptar siempre un papel conciliador y mantenerse en un discreto segundo plano en muchas ocasiones. La mujer de Kiko Rivera se ha visto envuelta en los últimos meses en una guerra familiar que parece no tener fin, y en la que sigue tratando de mediar, aunque sea para favorecer un dialogo razonable entre los afectados. Sin embargo es difícil estar en mitad de una trifulca tan mediática sin que termine afectándote de alguna manera. La polémica más reciente en la que se ha visto envuelta ha sido el escándalo a raíz de la primera comunión del hijo de Kiko con Jessica Bueno, y como siempre, discreta y apaciguadora, ha tomado una posición neutral y muy respetuosa.
2TUVO QUE CUIDAR DE SUS PADRES Y DESPUÉS DE SUS HIJAS
La nuera de Isabel Pantoja se ha sincerado hablando de cómo la vida le ha llevado por un camino totalmente distinto al que ella hubiese querido. Irene Rosales tenía unos planes de futuro para sí misma que fue dejando de lado para cuidar de los suyos. Por circunstancias de la vida, tuvo que asumir más responsabilidades de las que le correspondía por su edad, y empezó a trabajar muy joven. Después, sus padres se pusieron enfermos y tuvo que adaptarse a la nueva situación y hacerse cargo de ellos, así como los quehaceres diarios que no le permitían centrarse en estudiar o desarrollar una profesión. La sevillana ha explicado que le habría gustado estudiar educación infantil, pero lo que le apasiona de verdad es la polícía y el ejército.