Josep Piqué compró la flamante sede del Partido Popular de Cataluña en plena burbuja inmobiliaria. Su precio fue desorbitado, pero los 15 escaños y los casi 400.000 votos permitieron colocar a numerosos asesores y personal fruto de las elecciones de 2003. El inmueble se compró en 2004 y se ha puesto en venta desde 2015, sin que por el momento hayan encontrado un comprador.
El panorama de la época dorada del 2000 es radicalmente distinto al actual. El PPC necesitaba en 2004 una sede grande, pero ahora no levanta cabeza y ha caído desgracia entre el electorado catalán, que no le ve como el proyecto de antaño. Lejos quedan ya los 471.000 votos cosechados por Alicia Sánchez-Camacho en 2012, en pleno albor independentista. Sin embargo, ahora sobran metros cuadrados en la sede de Compte d’Urgell.
Actualmente el PPC cuenta con tres diputados en el Parlament y un total de 67 concejales, dos de ellos en Barcelona, el principal Ayuntamiento de Cataluña. En la Cámara catalana, los ‘populares’ han engordado las listas con la ayuda de restos de otros partidos, como la exlíder de Cs en el Parlament, Lorena Roldán, y la ex de Unió, Eva Parera.
La exigua presencia parlamentaria ha mermado las subvenciones y asignaciones públicas en los últimos años debido a que no es capaz de alcanzar los cinco diputados, número mínimo para obtener grupo propio. De esta forma, apenas alcanza los 520.000 euros anuales, frente a los 1,3 millones obtenidos en 2015, casi el triple.
Demasiados metros para tan poco soldado. El PPC, conocedor de la hecatombe que se le avecina desde hace años si no hay un proyecto que convenza a los electores, busca comprador para el inmueble desde 2015. Tras años sin obtener ningún acuerdo, decidió poner anuncios en las plataformas inmobiliarias. El primero, de 2018, estipulaba un precio cercano a los dos millones de euros, una cantidad apropiada y que de haberse materializado habría sido un colchón para mantener músculo financiero.
Sin embargo, la venta de la sede del PP está siendo una labor ardua, pese a tener una situación inmejorable. De Idealista ha pasado recientemente a Habitaclia, de la mano de Engels & Volkers, con una rebaja de casi 200.000 euros. El portal inmobiliario lo publicita como un «local comercial», pese a contar con dos plantas. Eso sí, en el emplazamiento se advierte que puede ser utilizado como «sede corporativa».
Según el nuevo anuncio, encontrado por MONCLOA.com, los metros construidos alcanzan los 960, casi medio centenar menos de los publicitados hace tres años por Idealista. El inmueble cuenta con dos plantas, la baja tiene 454,09, sin que se estipule la altura entre techos, y la baja, un sótano, de 458,46. El inmueble cuenta con patios mancomunados de uso exclusivo de 48,78 m2.
Ambas plantas son rectangulares totalmente diáfanas con acceso directo y exclusivo a la vía pública. También cuenta con la instalación de cámaras de seguridad, tanto en el interior como en el exterior de las salas.
Tal era la ensoñación de Piqué que puso el suelo de mármol travertino, aunque las paredes son de pladur. En total hay tres lavabos, uno adaptado para minusválidos. La estancia cuenta con salas de reuniones, ascensor elevador para personas con movilidad reducida, y una sala de prensa de casi 75 metros para unas 100 personas. El certificado energético tiene una clasificación «D», de 15kW h m2/año, con una emisión de unos 93kg CO2 al año