Los «enchufes» del exconsejero de Transportes Ángel Garrido dan para escribir una trilogía tan larga quizás como El Señor de los Anillos. Tras la purga de la Comunidad de Madrid, la mayor parte de los cargos de Ciudadanos desaparecieron o fueron cesados. Sin embargo, hay una legión de supervivientes que se mantienen en pie en Metro de Madrid, el chiringuito que Garrido utilizó para colocar a la mayor parte de sus «amigos» de profesión, como Miguel Oliver, Cristina Sánchez Masa o Víctor Brocate Aparicio. A esta lista hay que sumar a Silvia Roldán, quien lleva meses trabajando su relación con dirigentes del PP para ver si suena la flauta y se puede quedar con sus casi 100.000 euros públicos anuales que se embolsa en calidad de consejera delegada de Metro de Madrid. Ella es de Ciudadanos y otro «enchufe» de Garrido que ha sobrevivido a la purga. Pero ahora, con la llegada de un nuevo consejero o consejera, Roldán tiene toda las papeletas para acabar en la cola del paro.
Metro de Madrid es una guardería a la que todavía no han acudido a recoger a los «niños» de Ciudadanos. El miedo se palpa en el ambiente. Algunos han conseguido sobrevivir en la cómoda administración pública, pero otros están tensos y a la espera de que el nuevo consejero o consejera de Transportes restaure el equilibrio y rote los cargos de confianza. La dirección de marketing y comunicación de Metro (cargo que ocupa Oliver), la de relaciones institucionales (con Cristina Sánchez Masa al frente) o la dirección de seguridad (con Brocate al mando) son algunos de los ejemplos. Son puestos que Garrido aprovechó para colocar a los suyos con boyantes salarios públicos que ahora no tienen el aval del partido que gobierna ni, previsiblemente, de quien se vaya a sentar en la Consejería de Transportes. Y algunos, como el caso de Roldán, están haciendo méritos en relaciones públicas para ver si consiguen un aliado que no les dé la patada.
Silvia Roldán es de las pocas que sueña con convencer a alguien del PP para que no le arrebaten sus 100.000 euros anuales. Algo que también intenta Miguel Oliver. Pero los que no han tenido un canal de comunicación casi directo con la cúpula popular simplemente se han escondido debajo de la mesa a la espera de que nadie se dé cuenta de que ahí hay un cargo a dedo del que pueden disponer.
Silvia Roldán tiene una estrategia definida para intentar atrincherarse en el poder. Saben que los que sí entienden lo que es trabajar en Metro por esfuerzo personal y trabajo relacionado con la materia en cuestión y no por el «dedazo divino» no les ven con buenos ojos y tienen que unirse para que nadie les toque su cuenta personal. Roldán es la primera que avala a Oliver para que se mantenga como director de marketing y comunicación de Metro de Madrid S.A., al igual que Oliver respalda que Roldán se mantenga como consejera delegada. Y si preguntamos a los otros «enchufados», previsiblemente se obtenga la misma devoción por Roldán. Sin embargo, desde el PP aseguran que cuando se forme la consejería empezarán las purgas. Y más contra estos perfiles tachados de «chaqueteros» por muchos.
No hay que olvidar, cosa que recuerdan desde el PP, que cuando Garrido llegó al frente de Transportes, defenestró a todos aquellos trabajadores de Metro cuyo cargo fuera de confianza con tal de colocar a los suyos. Esos trabajadores que echó y a los que arrebató su salario público pertenecían al PP y Garrido no tuvo reparos en echarles para ganar puntos con los suyos. Ahora le toca a los chicos y chicas de Garrido sufrir lo mismo que sufrieron sus predecesores. No hubo piedad para los «enchufados» de la vieja generación ni la habrá para los de la nueva. Al menos es el mensaje que se desliza desde el PP, partido donde dan por hecho que el nuevo o nueva consejero de Transportes colocará a los suyos en esos puestos de confianza.
LOS NUEVOS CONSEJEROS
Parece difícil sacar algo en claro sobre quién será consejero esta renovada legislatura dado que a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, le ha dado por dejar de hablar a algunos de sus asesores y directores generales. Es un juego que pone tensa a la gente y a Ayuso le hace gracia. Pero a pesar de esta macabra práctica de la presidenta, fuentes de la Comunidad de Madrid ya han deslizado quiénes son los candidatos para ocupar la Consejería de Transportes que ocupaba previamente el dirigente de Ciudadanos Ángel Garrido. Los elegidos por Ayuso son su director de campaña, Alfonso Serrano, el director general de Cooperación con el Estado y la Unión Europea, Carlos Díaz-Pache Gosende, y Carlos Izquierdo Torres, exconsejero de Medio Ambiente de la Comunidad de Madrid. Que empiecen los juegos del hambre.