Al 90% de la población la pandemia le ha cambiado la forma de vivir, mientras que para un 78 por ciento su forma de pensar ya no es la misma, según se observa en el Barómetro de mayo del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), que acaba de publicar la cuarta entrega del Estudio sobre los efectos y consecuencias del coronavirus.
El 29,2 por ciento afirma que su vida ha cambiado mucho y un 40% cree que bastante, mientras el 9,2 que afirma que nada o casi nada. Este cambio se ha notado sobre todo en la reducción, evitación o limitación de las relaciones sociales o actividades sociales, vida social, que es mencionado por el 42 por ciento; le sigue la limitación o disminución de salidas (actividades, paseos, ocio, viajes) (25,9%) y, en tercer lugar, señalan los aspectos emocionales (soledad, tristeza, miedo, aislamiento, preocupación,pérdida de seres queridos) (13,7%).
En cuanto a la forma de pensar, un 21,4 por ciento valora ahora más las cosas importantes de la vida, mientras que un 12,6 por ciento ahora vive con miedo. Un 11,4 por ciento se ha dado cuenta de la fragilidad de la vida, de que hay que vivir el momento; y un 11,9 por ciento ha aprendido a adaptarse a otros hábitos y comportamientos más precavidos.
Un 75 por ciento de los encuestados afirma que de algún modo ha variado la forma de cuidar su salud. Sobre todo porque han adoptado medidas higiénicas (mascarilla, limpieza, ventilación) y porque han realizado cambios de hábitos proyectados para cuidarse más (alimentación, deporte, caminar). Un tercer lugar, hasta un 21,9 por ciento afirma que toma más precauciones y medidas de protección.
Mientras un 88 por ciento afirma que ha cambiado sus hábitos sociales y de comportamiento social. Primero en la reducción o limitación de relaciones sociales y familiares, contactos físicos ovida social (63%); en la limitación o disminución de las salidas (actividades, paseos, ocio, viajes) (28,7%); y, en tercer lugar, en la obligación de seguir las medidas de distanciamiento y cumplir las normas de horarios y aforos (17,3%).
Por otro lado, encuesta temática presentada por el presidente del CIS, José Félix Tezanos, muestra que el coronavirus y las situaciones de confinamiento no ha provocado al 63 por ciento de la población discusiones con la familia, mientras que un 79 por ciento manifiesta malestar por no sabes qué le puede pasar a su familia; un 77% por no poder realizar actividades de ocio; un 76% por no poder ver a su familia y un 71,4 por no poder ver a sus amigos.
Por otro lado, un 73 por ciento afirma haber tenido imágenes, pensamientos o recuerdos desagradables sobre el coronavirus; el 23 por ciento pesadillas o no ha podido dormir por esas imágenes, pensamientos o recuerdos sobre el coronavirus; el 54 por ciento pensamientos, imágenes o recuerdos que le han provocado que se sienta abrumado/a o agobiado/a; el 20 por ciento reacciones físicas como sudoración, taquicardia o de otro tipo producidas por esos pensamientos, recuerdos e imágenes; al 36 por ciento pensamientos, recuerdos o imágenes que han alterado sus relaciones familiares o con amigos/as, y al 41 por ciento pensamientos, recuerdos o imágenes que han alterado su trabajo o actividades de la vida diaria.
A DOS DE CADA TRES ESPAÑOLES NO LES QUITA EL SUEÑO
El 78 por ciento de la población afirma que no ha variado sus costumbres y los horarios de sus cuidados personales en la pandemia. Frente a estos, un 21,5 afirma que sí ha modificado alguna de sus costumbres, sobre todo ya no se arregla todos los días (24,8%); pone menos esmero en los cuidados personales (23,6%) o más esmero (13,3%); de ellos, un 14,4 por ciento ha cambiado a más tarde sus cuidados personales, y hasta un 6 por ciento ha cambiado las rutinas diarias (deportivas, en casa, por trabajo, familiares).
El 65,4 por ciento de la población afirma que está durmiendo bien y se siente suficientemente descansado al despertarse, frente el 23,8 por ciento que señala que duerme mal, según muestra el barómetro realizado entre el 14 y 29 del pasado mes a 3.008 personas.
Como ya se observó en la entrega anterior, la pandemia parece no haber afectado al sueño de los españoles. Así, un 13 por ciento afirma que duerme más frente al 24,6 que señala que duerme menos; el 10,9 por ciento afirma tener más pesadillas cuando duerme y un 5,6 por ciento tiene menos. Además, en general, desde la pandemia, el 15,2 por ciento se suele acostar más tarde y el 12,5 por ciento más pronto.