El líder del Partido Popular, Pablo Casado, viaja este jueves a Ceuta en plena escalada verbal entre España y Marruecos y en medio de la polémica creada por la presencia en España del líder del Frente Polisario, Brahim Ghali, que salió esta madrugada de vuelta a Argelia después de mes y medio hospitalizado por coronavirus en La Rioja.
En el programa de la visita de Casado, que se produce dos semanas después del desembarco masivo de inmigrantes en Ceuta, figura una reunión a las 10.45 horas con el presidente de la ciudad autónoma, Juan Vivas, y un encuentro con empresarios por la tarde.
Este martes, Casado reclamó al Gobierno de Pedro Sánchez «intensificar» la relación con Marruecos para resolver la crisis y no poner en riesgo la cooperación en política migratoria, lucha contra el terrorismo yihadista y el narcotráfico o la colaboración en materia pesquera o agrícola.
Tras señalar que el PP lleva «avisando» desde hace un año de lo que podía pasar con Rabat, el presidente del PP calificó de «torpeza tremenda» la entrada en España con «identidad falsa» del líder del Frente Polisario.
EL PP HA PEDIDO LA DIMISIÓN DE LA MINISTRA DE EXTERIORES
Precisamente, el PP ha solicitado este miércoles la dimisión «inmediata» de la ministra de Asuntos Exteriores, Arancha González Laya, por su «nefasta» gestión en la crisis diplomática con Marruecos y el «oscurantismo» en la entrada y salida de España del líder del Frente Polisario.
«Creo que ha generado una crisis diplomática de primer orden y el Gobierno ha demostrado que tiene un nulo peso en política exterior», ha declarado en TVE el secretario general del PP, Teodoro García Egea para justificar la petición de dimisión de al ser preguntado por la salida de Ghali de España esta madrugada.
Casado se ha quejado de que, dos semanas después de hablar con Pedro Sánchez a raíz de esta crisis con Marruecos, el jefe del Ejecutivo no haya vuelto a hablar con él. «Me dijo que me iba a informar de esto puntualmente y hasta hoy», lamentó este martes.
CRUCE DE REPROCHES ENTRE EL GOBIERNO ESPAÑOL Y MARROQUÍ
En los últimos días se ha agravado la tensión con Rabat, que ha acusado al Gobierno de Pedro Sánchez de utilizar la migración como «pretexto» para «desviar la atención de las verdaderas causas de la crisis bilateral», aludiendo a que la raíz de la crisis está en el Sáhara Occidental.
El jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez, ya dijo el martes que «no es admisible» que haya un Gobierno que diga que se atacan las fronteras para «inundar de inmigrantes una ciudad española por discrepancias en política exterior».
Y este miércoles, la vicepresidenta primera del Gobierno, Carmen Calvo, ha asegurado que España continuará trabajando para recuperar la relación con Marruecos, al tiempo que ha dejado claro que la posición del Ejecutivo respecto a la soberanía del Sáhara Occidental no ha «cambiado en nada».