No todos renovarán su cargo. El consejero de Vivienda y Administración Local de la Comunidad de Madrid, David Pérez, se huele que hay algunos populares dentro del núcleo duro de su presidenta, Isabel Díaz Ayuso, que le quieren fuera del equipo en esta nueva legislatura. Su renovación no está ni mucho menos garantizada, a diferencia de otros. Y pese a que desde el PP deslizan que Pérez siempre tendrá un espacio dentro del partido, el consejero espera que su gestión y su proyecto estrella (el Plan Vive) le sirvan de aval para convencer a Ayuso de que se le renueve su puesto como consejero. El problema es que hay algunas voces que susurran a la presidenta autonómica que no quieren a quien fue alcalde de Alcorcón. Quizá por eso Pérez persigue a Ayuso en los eventos públicos en los que coinciden.
Nadie se lo espera. Y menos él. David fue número dos en las listas a las elecciones autonómicas de la Comunidad de Madrid en 2019. Su gestión no es que haya destacado para bien (porque no ha dado tiempo y la pandemia ha marcado casi la totalidad de la legislatura), pero tampoco lo ha hecho en el mal sentido. De hecho, Pérez se siente especialmente orgulloso de su proyecto estrella: el Plan Vive a través del cual pretende construir 25.000 viviendas. La idea del popular era que su gestión y su perfil bajo durante la legislatura (en el sentido de que no ha protagonizado exabruptos en estos últimos dos años de gobierno) le ayudaran a permanecer en Ejecutivo autonómico. Pero tras estas elecciones, Pérez se ha dado cuenta de que tiene más enemigos de los que esperaba en el entorno de la presidencia.
Los cargos de consejeros son muy volátiles y la estabilidad laboral puede variar en cuestión de segundos. Mientras que la exconsejera de Cultura Marta Rivera de la Cruz (de Ciudadanos) sí que se veía (y se ve) con opciones de renovar el cargo incluso cuando cesaron a todos los consejeros de la formación naranja, quien fue número dos de la presidenta autonómica podría quedarse fuera. Es una ecuación que no entra en la cabeza de Pérez dado que no ha cometido errores llamativos durante estos dos años de legislatura. De hecho, durante la campaña dio un ferviente apoyo a la presidenta de la Comunidad de Madrid. Entonces ¿quién está socavando su futuro?
De esas 25.000 viviendas que se quieren levantar, se ha dado el pistoletazo de salida a 7.000
De esas 25.000 viviendas que se quieren levantar en la Comunidad de Madrid durante los próximos ocho años y que costarán entre 2.500 o 2.700 millones de euros, solo se ha dado el pistoletazo de salida para la construcción de menos de 7.000. “La licitación de las primeras 46 parcelas nos permitirá iniciar ya la construcción de las primeras 6.646 viviendas, de las que se beneficiarán unos 17.000 ciudadanos”.
De momento nadie sabe (ni el propio Pérez) si esa estrategia ha servido de algo. El miedo ya está recorriendo más de una consejería y de momento Ayuso y quienes la susurran al oído guardan silencio sobre los posibles cambios. Aún hay tiempo y solo los elegidos saben que continuarán en el cargo. Incluso aquellos que están fuera temporal de la Comunidad de Madrid pero que ya saben, como es el caso de Marta Rivera de la Cruz, que tarde o temprano recibirán una llamada para reestructurar la consejería que antes llevó con tanto acierto. Pero David Pérez sigue pendiente. ¿Tendrá que dar su Plan Vive a otro, otra u otre?
LOS CAMBIOS DE AYUSO
Desde luego, el consejero que fue número dos de la presidenta de la Comunidad de Madrid no es el único que está en el punto de mira. Hay otros que saben que no continuarán y algunos que están convencidos que su única posibilidad de cambio es hacia arriba. Enrique López, por ejemplo, consejero de Justicia, sabe que como mínimo mantendrá su cargo. Fuentes del PP hablan de que el juez podría incluso ascender hasta el puesto de vicepresidente, pero lo que tienen claro los populares es que el temible López seguirá dentro de la Comunidad de Madrid para dar empaque y fuerza al equipo de Ayuso.
Luego hay otros nombres que también se han deslizado como posibles candidatos para que cambien de consejería. Es el caso de la reconocida «abrecartas» de Alberto Ruiz Gallardón, Paloma Martín Martín, que pasó de un cargo algo ingrato junto al expresidente de la Comunidad de Madrid a ser consejera de Medio Ambiente para ahora sonar incluso de posible consejera de Sanidad. Y en este sentido, también está en entredicho el puesto de Enrique Ruiz Escudero, actual consejero de Sanidad y posible futuro presidente de la Asamblea de Madrid.
Lo que sí está más claro es que la consejera de Ciudadanos Marta Rivera de la Cruz ha colgado su hábito naranja para dejarse las puertas abiertas para renovar su cargo al frente de la Consejería de Cultura, algo que Ayuso pretende hacer por su buena relación personal con la política además de que su gestión la avala en todos los sentidos.