El Ayuntamiento de Madrid acaba dar el visto nuevo a la ordenanza de movilidad sostenible para mejorar la calidad del aire, fomentar la seguridad vial e integrar los diferentes modos de movilidad. La nueva regulación, que entrará en vigor antes del verano, regula el aparcamiento de patinetes eléctricos en la ciudad y pretende recomponer el sector. El consistorio prevé, además, regular el actual sistema de licencias de estos vehículos y reducirá de 16 a 3 las empresas que operan en la capital. Operadoras y Ayuntamiento tratan de poner orden en un sector reciente pero que crece considerablemente.
El confinamiento supuso un duro golpe para las empresas de movilidad, pero la recuperación progresiva de la normalidad ha demostrado que el crecimiento de la micromovilidad es imparable. Los usuarios apuestan por medios de transporte individuales y que no contaminen, pero ello ha traído también el desconcierto en las urbes más pobladas ya que se han incrementado las multas a motos y patinetes por estar mal aparcados.
Madrid ha querido liderar el proceso de ordenamiento de este sector y para ello, aprobará antes del verano un nuevo mapa de aparcamientos que no interfiera en la vida de los viandantes y garantice la seguridad de ambos. Los nuevos estacionamientos estarán disponibles previsiblemente para el verano cuando se prevé que el buen tiempo y la mejora de la pandemia incrementen aún más la demanda de estos vehículos.
Con esta medida, la capital evitará el denominado “free floating” o libre estacionamiento que existe en el centro, al igual que existe en ciudades como París. En la capital francesa convive un sistema mixto de aparcamiento dependiendo de si se trata del centro de la ciudad, donde existen zonas concretas de estacionamiento, o en áreas con aceras más grandes, en cuyo caso el estacionamiento es libre. Por el contrario, Málaga, una de las ciudades con más presencia de patinetes eléctricos, ha aprobado 28 puntos donde se obliga a estacionar este tipo de vehículos, lo que hace que el servicio sea casi impracticable ya que número es muy reducido.
Para evitar situaciones similares, los responsables de Movilidad del consistorio madrileño pretenden aplicar la distancia de entre 150 y 200 metros entre puntos de estacionamiento, que es la indicada, según las conversaciones que han mantenido con representantes del sector.
La compañía líder en tecnología de geolocalización, Superpedestrian, entiende que la nueva regulación es “un avance en la seguridad y en la regulación del sector”, según su director general en España, Manuel Ortiz. Nacida en el MIT de Massachussets, es la que cuenta con el sistema de geolocalización más desarrollado para sus patinetes Link.
Este sistema es capaz de identificar el vehículo en 0,7 segundos. La precisión permite tener toda la información que determinan las ciudades en el propio patinete, lo que los diferencia de los demás, cuya información se almacena en la nube y retrasa la localización. Para Ortiz, la apuesta del Ayuntamiento de Madrid por la micromovilidad compartida representa “el compromiso con los nuevos modelos de movilidad respetuosos con el medio ambiente y facilita la movilidad interurbana, cada más demandada en las ciudades”. Por ello, “nos sentimos orgullosos de haber desarrollado la tecnología adecuada para dar respuesta al nuevo diseño de ordenación planteado por Madrid”.
La compañía acaba de firmar un acuerdo con la Confederación Nacional de Autoescuelas de España (CNAE) para formar a los usuarios de estos nuevos modelos de movilidad en el correcto uso de ellos tras la entrada en vigor de las nuevas normas de Tráfico que consideran a los patinetes como vehículos.