El consejero de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero, ha intentado ocultar sus verdaderas intenciones. Un «aunque» le ha jugado una mala pasada y ha dejado entrever que el Partido Popular no temblará si tiene que cerrar este verano algún que otro centro de salud por falta de afluencia. El PP ha mantenido a este tipo de centros completamente al margen durante la pandemia (especialmente en el inicio de la vacunación). De hecho, todas las dosis se han inoculado directamente en un puñado de puntos clave (el Wanda Metropolitano, el hospital Isabel Zendal, el Wizink Centre…). Las quejas por parte de la oposición no se han dejado esperar. Y aunque Ruiz Escudero ha intentado salvar los muebles asegurando que no se cerrará ningún centro de salud este verano, ha aclarado luego que puede que sí. Vamos, que su patinazo ha dejado en una posición comprometida a su partido, razón por la que la formación conservadora lleva meses buscando una salida honrosa para el consejero de Sanidad.
«Parece mentira que los sindicatos hagan ahora estos planteamientos cuando estamos tratando en mesa sectorial el Plan de Atención Primaria, donde se trata la situación, cuáles son los puestos, la adaptación de medidas de carácter retributivo y adaptativo», ha señalado. El problema es que Ruiz Escudero ha patinado con un «aunque» en referencia a la apertuda de los centros de salud que no ha gustado nada ni en la oposición ni dentro del partido. Lo que ha buscado el consejero es dejarse la puerta abierta para poder cerrar a cal y canto durante el verano alguno de esos centros de salud que han estado prácticamente desactivados durante el proceso de vacunación y durante parte de la pandemia.
La idea de Escudero es cerrar los centros solo si éstos tienen poca afluencia. «Como ocurre en todos los veranos o en situación de pandemia, la Comunidad se adapta a la actividad asistencial, hay modificación de agendas pero no se cierra nada», ha aclarado. El problema es que ni entre los suyos han gustado las palabras del popular porque ha metido en un innecesario jardín al gobierno de la Comunidad de Madrid. Los titulares serán que Ruiz Escudero deja la puerta abierta a cerrar los centros cuando no hay necesidad. Y el PSOE no soltará el hueso en esta batalla que ya empezaron a librar en abril, en plena campaña electoral.
Ni él lo tiene claro, pero ha insistido en las dos cosas (en que no se cerrarían centros pero sí). Según el consejero de Sanidad, hay que «trabajar donde hay que hacerlo, en la mesa sectorial, con un plan perfectamente armado con un respaldo presupuestaria y a partir de ahí trabajar para mejorar la Atención Primaria, siendo la de Madrid la que tiene mayor cobertura horario y con una red con casi 470 centros de salud y consultorios». «Y con esa línea vamos a seguir trabajando pero no se va a cerrar ningún centro de Madrid», ha asegurado.
El PSOE pretendió hacer de los centros de salud un punto fuerte dentro del programa electoral
El malestar en el PP viene motivado por las «innecesarias» aclaraciones del consejero. El PSOE pretendió hacer de los centros de salud un punto fuerte dentro del programa electoral. Los socialistas dijeron que los populares se habían olvidado de los centros de salud y que habían privado de una atención primaria sanitaria cercana a todos los madrileños durante esta pandemia porque los habían cerrado a cal y canto. Dar alas al discurso del PSOE solo por un «aunque» no es algo que guste en el partido, pues desde el PP insisten en que a pesar de las aclaraciones y rectificaciones de Escudero, no cerrarán ningún centro de salud.
No es casualidad que Ruiz Escudero suene para no repetir al frente de la Consejería de Sanidad. Desde el PP le agradecen los servicios prestados pero no comparten que siga al frente de esta institución en plena desescalada. Entre bambalinas se hablaba de darle un premio de consolación como el de presidir la Asamblea de Madrid, pero el que Vox exija ese puesto ha cambiado los planes del PP hasta tal punto que ahora se plantean diferentes opciones para aguantarle con un sueldo público al menos hasta las próximas elecciones municipales.
RUIZ ESCUDERO, A POZUELO
La alcaldesa de Pozuelo de Alarcón, Susana Pérez Quislant, está en el punto de mira. No es algo nuevo ni mucho menos, pues su polémica gestión marcada por el parking del Parque Forestal Adolfo Suárez, además de otras lindezas, no son del agrado del Partido Popular. En cualquier caso, la idea que deslizan desde el PP es que Pozuelo de Alarcón es el maravilloso lugar de retiro de uno de los pesos pesados de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso. La idea que sopesan en el PP de Madrid es que el premio de jubilación del bregado consejero de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero, sea la alcaldía de Pozuelo. Y en ese sentido, Quislant estaría de paso a la espera de que el consejero se presente como candidato a la alcaldía de las elecciones municipales de Pozuelo de Alarcón de 2023.
El consejero de Sanidad es el presidente del Partido Popular de Pozuelo de Alarcón y miembro de la Junta Directiva Regional. Vamos, que es el amo y señor del PP en el municipio en el que Quislant, según la percepción del partido, está socavando la imagen de los populares. En cualquier caso, el paso de Ruiz Escudero como consejero tiene los días contados aunque ahora sea el gran premiado por la gestión de la pandemia. Es cierto que le hecho de que Ayuso haya arrasado en las elecciones ha dado un balón de oxígeno a Quislant, pero no por mucho tiempo. Dos años y elecciones. ¿Y después? Puede que Escudero baje a los infiernos municipales o que directamente eche a Quislant del puesto con vistas a que no le erosione su hipotética candidatura. Pero fuentes del PP indican que para Ruiz Escudero es un buen plan presentarse como candidato popular a la alcaldía en las elecciones municipales de 2023.