Que en Madrid eres libre para elegir el tipo de educación de tus hijos tiene sus matices. Para poder optar a las becas de bachillerato en los centros privados y concertados de la Comunidad de Madrid, no solo basta ser un alumno de sobresaliente, sino que debes cumplir una serie de requisitos discriminatorios impuestos por la Consejería de Educación y Juventud liderada por Enrique Ossorio. Los madres y padres que quieran solicitar una beca para que sus hijos estudien bachillerato en un centro autorizado, tienen que cumplir la condición de estar cursando 4º de la ESO en el mismo centro donde se vaya a solicitar la ayuda. Es decir, los estudiantes que hayan hecho la ESO en un colegio pequeño, sin estudios de bachillerato, no pueden optar a estas becas aunque tengan un diez de media. Pero eso no es todo, y es que tampoco podrán optar a la asignación en el segundo curso de este ciclo puesto que también existe otro requisito discriminatorio: haber estado matriculado en primero. De este modo, todos los alumnos que vienen de centros pequeños, sin estudios de bachillerato, no pueden optar a estas becas para proseguir sus estudios, un verdadero requisito excluyente al que ha dado luz verde Enrique Ossorio Crespo.
Las becas en cuestión se tratan de unas becas de Bachillerato que ha puesto en marcha la Comunidad de Madrid gracias a una partida de nueve millones de euros. Según las estimaciones de la consejería madrileña, estas ayudas van a beneficiar a 3.000 alumnos, eso sí, solo aquellos que hayan tenido la suerte de estudiar la ESO en un colegio que tenga bachillerato.
LA SOLUCIÓN DE OSSORIO: PON UNA RECLAMACIÓN SIN RESPUESTA
Algunos padres y madres de los alumnos afectados se han puesto en contacto con la Consejería de Educación para dar solución a este trato discriminatorio entre los estudiantes de 15 y 16 años solicitantes de las becas de bachillerato. Este es el caso de una madre que no puede ni incluso pedir la beca a pesar de cumplir otros requisitos como ser familia numerosa. En su llamada a este organismo de la Comunidad de Madrid, la técnico que le atendió le confirmó que se trataba de «algo injusto» y que «pusieran una reclamación».
Una vez realizado este trámite, la madre de este estudiante de sobresaliente, que no puede ni incluso pedir la beca, ha obtenido una escueta respuesta que dice lo siguiente: «Le agradecemos la presentación de su escrito, que nos ayuda a mejorar los servicios que la Comunidad de Madrid presta a los ciudadanos. Se traslada su queja a la Subdirección General de Atención al Ciudadano para su gestión. En breve contactarán con usted». Sin embargo, nadie les ha contactado y el plazo de solicitud acaba el próximo 3 de junio, quién sabe si para entonces habrán tenido señales de vida de Ossorio.
Asimismo, desde los centros escolares que carecen de estudios de bachillerato están estudiando emprender acciones legales contra este requisito discriminatorio. «Lo moveremos a través del abogado del colegio», trasladan a los padres desde el centro donde estudian estos alumnos que ni siquiera pueden optar a la beca.
SIN BECAS, A LAS FAMILIAS SIN RECURSOS SOLO LES QUEDA EL INSTITUTO PÚBLICO
La privación de becas por parte de Ossorio hace que, las familias sin recursos para pagar bachillerato en un centro privado o concertado y cuyo colegio de origen no tenga estudios de bachillerato, tengan que matricular a su hijo en un instituto público gratuito. De este modo, la educación privada y concertada queda reservada solo para quién pueda pagarla o para quién cumpla los requerimientos excluyentes de Ossorio a pesar de ser un alumno de sobresaliente.
«Tenemos derecho a decidir si queremos educación pública o no»
Sin beca, las familias que no puedan permitirse pagar este tipo de instituciones educativas no podrán elegir que tipo de educación quieren para sus hijos. «Tenemos derecho a decidir si queremos educación pública o no», nos cuenta una madre que ni siquiera puede optar a la beca para que su hijo siga estudiando en un colegio concertado.
Al mismo tiempo que el consejero madrileño calificaba a la Ley Celaá de «novela de terror por entregas» y de «gigantesca estupidez» priva a miles de estudiantes de estudiar bachillerato en un colegio concertado o privado. Como la ministra de Educación, Isabel Celaá, Ossorio también apuesta por la educación pública dejando excluidos a miles de estudiantes de la ESO sin beca.
Estudiar los dos cursos de bachillerato en los centros privados y concertados de la Comunidad de Madrid cuesta cientos de euros mensuales que pueden ascender a miles de euros anuales. Aunque no es obligatorio, realizar bachillerato o completar un curso de grado superior, son requisitos imprescindibles para acceder a los estudios universitarios. Muchas familias no se pueden permitir pagar estas cifras mensuales y su única opción es solicitar las ayudas para que sus hijos lleguen a la universidad. Eso sí, tendrán que cumplir los requisitos discriminatorios que establece la Consejería de Educación de la Comunidad de Madrid liderada por Enrique Ossorio.