El líder del Frente Polisario, Brahim Ghali, ha aceptado comparecer el próximo 1 de junio ante los juzgados de la Audiencia Nacional, previsiblemente por vía telemática según han confirmado fuentes del Frente Polisario.
Ghali deberá responder por una querella presentada por una activista saharaui y por otra interpuesta por la Asociación Saharaui para la Defensa de los Derechos Humanos (ASADEDH).
El juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz ha decidido horas antes este martes no adoptar ninguna medida cautelar en relación al líder del Frente Polisario por «informaciones que hayan aparecido en medios de comunicación». Esta respuesta llega después de que la ASADEDH solicitara que le retiraran el pasaporte para evitar su salida de España.
El magistrado aprovecha además para librar exhorto al Juzgado Decano de los de Instrucción de Logroño con el fin de que se le dé traslado a Ghali de la querella de ASADEDH con el objetivo de que pueda designar abogado y procurador. Avisa de que en caso de que no tenga abogado se le asignará uno de oficio.
Asimismo pide al juzgado decano que le haga llegar la citación para el 1 de junio y que en el supuesto de que permaneciera ingresado en el centro hospitalario de La Rioja, pueda realizarse esta diligencia vía telemática –videoconferencia–. De este modo, el magistrado aprovechará la comparecencia de Ghali del día 1 para preguntarle por las dos querellas vivas
Ghali fue ingresado el pasado 18 de abril en el Hospital de San Millán-San Pedro, en La Rioja, con un cuadro grave por dolencias derivadas de la COVID-19, en un traslado desde Argelia que la diplomacia española tildó de cuestión humanitaria, si bien está en el trasfondo de la crisis desatada con Marruecos en la frontera.
Su estancia en España reactivó una querella presentada por el activista saharaui de nacionalidad española Fadel Breica, que le acusa de delitos de detención ilegal, torturas y lesa humanidad presuntamente cometidos en 2019 en los campamentos de Tinduf.
Según el relato de Breica, a su llegada a los asentamientos de refugiados saharauis en dicha localidad argelina fue amenazado por agentes del Frente Polisario para que se fuera. Lejos de hacerlo, organizó varios actos de protesta, siendo arrestado por militares y trasladado a centros de detención indeterminados donde habría sufrido golpes y descargas eléctricas, entre otras prácticas.
Por estos hechos, Pedraz acordó tomar declaración a Ghali como imputado el 1 de junio. Poco tiempo después, el instructor de la Audiencia Nacional admitió una segunda querella, presentada por ASADEDH contra Ghali y otras 27 personas por el maltrato al que habrían sometido a prisioneros de guerra y a los propios ciudadanos saharauis, «especialmente» a los de origen español.
ASADESH reclamó la detención de Ghali pero Pedraz rechazó las medidas cautelares solicitadas, debido al estado de salud de Ghali y teniendo en cuenta que «no hay indicios claros de su participación en las conductas recogidas en la querella» de la asociación saharaui.