La Fiscalía ha archivado las diligencias que abrió tras la denuncia en la que un particular pidió la investigación por la muerte el pasado febrero de su hermano, que vivía en una residencia de personas con discapacidad, por supuesta «mala praxis» en el tratamiento que recibió ante una «posible reacción de la vacuna del covid».
En el decreto de archivo, de fecha 14 de mayo, la fiscal detalla que los hechos «carecen de relevancia penal», con base en el informe forense solicitado al Instituto de Medicina Legal, y que aludió a que el fallecido, nacido en 1964 y del que tenía la tutela el denunciante, fue «tratado en todo momento» con «la atención debida y con la máxima celeridad posible dentro de las posibilidades» del «sistema sanitario».
El informe forense, de fecha 12 de abril, fue ampliado el 13 de mayo a petición del Ministerio Público y toda vez que la denuncia aludía a posibles delitos de homicidio por imprudencia y de misión del deber del socorro, que conllevó la apertura de diligencias de investigación penal, ahora archivadas, sin posibilidad de recurso.
El forense expuso, según recoge el decreto de archivo, que «las patologías previas del sujeto evolucionaron de forma acelerada a la muerte sin que se pudiera evitar el resultado final». Asimismo, «no puede considerarse que la administración de una vacuna para prevenir la covid-19, constituya mala praxis aun en paciente que hubiera padecido la enfermedad», como era el caso, y alude a que la actuación se hizo «conforme al protocolo de vacunación».
La denuncia, con sello de entrada de 23 de marzo, detallaba ante la Fiscalía Provincial de Granada que este hombre fue trasladado «en estado de coma y completamente deshidratado» al hospital en el que falleció, después de que recibiera días antes la segunda dosis de la vacuna contra la covid-19, enfermedad que había pasado en noviembre de 2020.
Exponía que recibió el 27 de enero la segunda dosis contra el coronavirus y que el 31 de ese mes era ingresado en el hospital, citando el informe de alta de urgencias una «situación de gran trabajo respiratorio, desaturación y depresión neurológica». «La vacuna le pudo provocar la infección, al ser un paciente muy vulnerable, por lo que considero que se ha producido una mala praxis», agregaba el denunciante.
«Considero que en la residencia no fue bien atendido y hubo una mala praxis, contraria a los principios deontológicos y humanos» y «llaman a la ambulancia cuando se encuentra en estado de coma y completamente deshidratado», añadía, aludiendo también a «una denegación sanitaria, con resultado dañoso, provocando el fallecimiento del paciente tres días después» pues «tampoco parece que le trataron las diarreas y vómitos de días anteriores».
En paralelo, aludía también a un supuesto incumplimiento del protocolo sanitario para estas vacunaciones y al tratamiento que recibió en el hospital granadino donde fue ingresado y falleció. Citaba el informe de alta de urgencias en lo referente a «una posible reacción pulmonar hiperinmune a la vacuna del covid» y a la sugerencia que le hacía para, en caso de fallecimiento, «proponer autopsia clínica al hermano y tutor legal».