sábado, 23 noviembre 2024

Remitido de la Asociación Plataforma Caracol

La Asociación Plataforma Caracol ejerce su derecho a rectificación por una información publicada por este medio.

En concreto, se refiere en la mentada publicación que «Jesús Salmerón es uno de estos cuatro diputados críticos con la deriva prosanchista de Ciudadanos. Él es un “vividor público”, según definía a los tránsfugas que abandonaban el partido pero no el acta, emulando así a ‘peseto loco‘, el líder de los taxistas de Madrid que recaló en una de las grandes empresas de las VTC en pleno conflicto entre ambos».

De hecho, la noticia es titulada «Salmerón, el ‘peseto loco’ de Ciudadanos, deja el partido pero no el sueldazo» y es peor el título incluso que el contenido, puesto que relaciona a mi defendido aparentemente con un político tránsfuga que deja el partido pero sigue cobrando. Nada más lejos de la realidad de ser y actuar de mi mandante.

«Peseto loco» es el alias informal con el que se conoce a mi defendido Ignacio Castillo, presidente de la Asociación Plataforma Caracol y que resulta que ha sido confundido en su publicación al parecer, con otro líder del sector de otra comunidad autónoma.

Dº Ignacio Castillo no ha recalado nunca en una empresa de las VTC, ni tiene ningún tipo de licencia ni relación con éstas sino, muy al contrario, es el presidente de una de las asociaciones del taxi más activas en contra de los incumplimientos de la legislación laboral, de las leyes de competencia, de la normativa de transporte urbano -entre otras cuestiones- producidas por las VTC.

Siendo absolutamente incierta la noticia, perjudica más si cabe a mi defendido y a su asociación, precisamente porqu representan la lucha en contra de la falta de regulación estricta necesaria del sector de las VTC y el incumplimiento de la normativa vigente por parte de estas.

Tal publicación incierta, atenta gravemente contra el derecho al honor y a la imagen de mi defendido como persona, pero también afecta -más gravemente si cabe- a su imagen como representante de una asociación que lucha precisamente, contra los incumplimientos producidos por las VTC, siendo una noticia que puede mover a los afiliados y simpatizantes de la asociación a desvincularse de la misma, por creer en una publicación incierta.

Es decepcionante que una información que afecta a la reputación de una asociación del taxi sea tratada sin el suficiente rigor profesional del periodismo, que llevaría a considerar necesario comprobar los datos, contrastar las diferentes versiones en conflicto para garantizar un ejercicio profesional exigente y riguroso del periodismo.