El desplome de Ciudadanos en Cataluña y su desaparición de la Asamblea de Madrid ha enturbiado el horizonte de una formación que, de la mano de Inés Arrimadas, soñó con volver al centro del que le sacó Albert Rivera con su fallido sorpasso sobre el Partido Popular.
Arrimadas ha intentado jugar en los últimos meses a dos barajas: por un lado unía fuerzas con el PP, por ejemplo en Euskadi con una lista conjunta el pasado verano, y por el otro negociaba acuerdos con el PSOE para hacerse con el poder de la Región de Murcia. Cierto es que el pésimo resultado de las elecciones vascas y el transfuguismo murciano dieron al traste con los planes naranjas.
NEGRO FUTURO
Un sondeo publicado por La Sexta tras las elecciones madrileñas pone en duda que Ciudadanos consiguiera siquiera un escaño a nivel estatal. Inés Arrimadas tendría dificultades para conseguir su escaño por la Comunidad de Madrid. Y, extrapolando el resultado de las autonómicas a unas municipales, la vicealcaldesa Begoña Villacís tampoco conseguiría renovar su acta de concejal.
Estas malas previsiones, y las enfriadas relaciones con el PSOE a causa de la fallida moción murciana que ha dejado en mal lugar a José Luis Ábalos, llevarán a Ciudadanos a un camino que parece tener solo una salida: un pacto ‘sin demasiadas pretensiones’ con el Partido Popular.
Lo cierto es que los ‘populares’ ahora no serán tan generosos como lo fueron en la confección de las autonómicas vascas (hecho que posibilitó que Cs, sin implantación en Euskadi, se llevase dos de los cinco puestos de parlamentario de la lista de Vascos Suma).
Y es que Teodoro García Egea, con Fran Hervías recién incorporado a la sala de máquinas de Génova 13 y con Toni Cantó interpelando a los antiguos votantes de Cs, pretende opar al partido de Arrimadas sin negociar siquiera una negociación que, en caso de darse, sería a la baja para los naranjas.
DESERCIONES
Jesús Salmerón, Cristina Gabarda, José Antonio Martínez y Sunsi Sanchis son los cuatro parlamentarios de Ciudadanos en la Comunidad Valenciana cercanos a Fran Hervías que se marchan al grupo de no adscritos en Les Cortes (y dejan a los naranjas sin más de 100.000 euros anuales de ingresos públicos).
El hasta ahora portavoz adjunto de Cs en las Cortes de Valencia ha asegurado en Plaza Radio que «no podía seguir en un partido que se ha vendido al sanchismo y a su banda. No tengo cabida en un proyecto que no es al que me afilié en 2013».
El parlamentario, que se niega a ceder su acta, ha criticado a Arrimadas por no hacer autocrítica tras las elecciones autonómicas gallegas, catalanas y madrileñas, y afirma que «quien ha abandonado los principios es la dirección del partido, yo me presenté con un programa que voy a seguir defendiendo».
Salmerón ha negado que vaya a engrosar las filas del PP, que es el camino que ya ha tomado Marta Rivera de la Cruz (que se incorpora al Gabinete de Díaz Ayuso tras darse de baja del partido de Arrimadas) y el que podría tomar la tránsfuga murciana Isabel Franco.
El ecosistema naranja podría achicarse desde el sur. Y es que el vicepresidente de la Junta de Andalucía, Juan Marín, parece estar deseoso de unirse a las filas del Partido Popular ante la posibilidad de que Ciudadanos se quede fuera del Parlamento autonómico.
Más reacia a la unión con el Partido Popular parece Begoña Villacís, que asegura que tiene intención de mantenerse dentro de Ciudadanos a pesar de que este hecho le puede dejar fuera de la política a pesar de las simpatías que despierta en la capital del Estado.