Un español patenta la primera camilla robotizada

Fundación PONS presenta COBY-1, la primera camilla robotizada patentada a nivel internacional por el español Manuel Borges y que tiene por objetivo mejorar la calidad de vida de personas con movilidad reducida que se encuentran encamadas en hospitales, residencias o en el propio domicilio, tales como pacientes tetrapléjicos, parapléjicos, con obesidad mórbida o recién operados.

«La idea vino dada porque en el mundo hay unos 310 millones de personas encamadas y, en los hospitales, muchos auxiliares sanitarios acaban lesionados al manejar a estos pacientes», explica Borges, que añade que le inspiró el caso particular de su padre, encamado en un hospital de Santa Cruz de Tenerife durante 17 meses hace más de 40 años.

«La realidad es que la población está envejeciendo y con ello aumenta la dependencia y la cronicidad, cada vez con mayor número de personas encamadas en hospitales, centros de mayores y domicilios», expresa Borges, en referencia a la utilidad y vigencia de su invento.

Actualmente, este proyecto, que ahora es un prototipo, «está preparado nada más que para cualquier inversionista al que le interese este proyecto pueda apoyarlo para que sea definitivo», tal y como ha especificado Borges.

Así, la camilla COBY-1 permite recoger al paciente de la cama para trasladarlo a quirófano o donde sea necesario. En este sentido, la camilla puede poner al paciente en la mesa de operaciones y más tarde recogerlo de nuevo como el cirujano lo dejó, para después llevarlo a su cama automáticamente con la única asistencia de una persona.

Respecto a la higiene, la camilla también posibilita duchar al paciente y darle la vuelta. Al paciente se le puede duchar en la propia camilla y sin necesidad de trasladarlo a otro lugar, pues esta cuenta con una bañera que recoge aguas con secador y agua a presión. A la persona se le puede dar la vuelta de manera semi-automática mientras se ducha para poder llegar a cada una de las partes del cuerpo.

Asimismo, los actos fisiológicos también se pueden realizar desde la propia camilla, pues cuenta con un inodoro extraíble que, a su vez, tiene un sistema de limpieza y secado de las partes íntimas del paciente completamente automático, sin necesidad de que el asistente intervenga en esta acción.

Por otro lado, la camilla también permite sentar al paciente en la silla de ruedas e incluso convertirse en ella. Concretamente, la camilla se adapta a la forma de una silla de ruedas eléctrica de paseo para que el paciente pueda pasar de la camilla a la silla automáticamente. De esta forma, puede ser usada como transporte, como una silla de ruedas para trasladar al paciente a cualquier lugar de la casa u hospital para que pueda acompañar a sus amigos y familiares a hacer actividades en grupo, sentarse a la mesa o ver la televisión.

«El invento es un hito en la atención a personas encamadas en dos niveles: porque mejora las condiciones de trabajo de las personas que realizan este tipo de cuidados y porque también mejora la dignidad de los enfermos», ha resumido el director gerente del Hospital San Juan de Dios de Tenerife, José Manuel de León.

El invento mejora las condiciones de trabajo tanto para cuidadores formales como informales; además, las personas encamadas en los centros sanitarios y sociosanitarios suponen una gran carga de trabajo que lleva innumerables bajas médicas del personal, consumo de fármacos, intervenciones quirúrgicas e incapacidad laboral definitiva», ha añadido el gerente de este hospital, donde Borges ha realizado las pruebas de la camilla robotizada.

COBY-1 ha sido galardonada como ‘Mejor Invención Española’ por la Oficina Española de Patentes y Marcas (OEPM). La designación como mejor invento de España no solo premia la capacidad de innovación, sino lo que realmente aportará a la sociedad. La camilla también ha cosechado gran éxito a nivel internacional con dos medallas de oro, una en el Salón Internacional de Invenciones de Ginebra y otra en la Asociación de Tecnologías Alternativas de Rumanía.