Frank Cuesta es sinónimo de temeridad y esto le ha reportado momentos en los que ha podido morir. El equipo que le sigue es también testigo, pero no hace falta verlo o preguntar a los demás. Él mismo ha confesado con tranquilidad que estaba loco y que no concibe otra manera en este caso de enseñarnos la naturaleza. Vamos a repasar esas veces en que ha estado a punto de morir.
Ahora ha declarado que dejará la televisión, quizá por las críticas, quizá por la pérdida de seguidores, o quizá como ha dicho él porque simplemente se acaban las etapas y quiere ocuparse más de la familia y del cercano momento en que su mujer salga de la cárcel. Son ya 10 años en los que este ex jugador y entrenador de tenis nos ha llevado la vida salvaje de manera directa y sin aditivos a nuestras casas. Comenzó en 2010 con su programa Frank de la jungla emitido en los canales de Cuatro y Energy , por el que recibió un Premio Ondas en 2011. Luego llegaron los proyectos La Selva en Casa y Natural Frank, también de Cuatro, y desde 2014 Wild Frank, de DMax y Animal Planet en Latinoamérica.
5Los traficantes que casi lo matan
Acabamos con sin duda el momento más tenso y donde se ve claramente en la grabación que estuvo a punto de morir, y no precisamente por un animal. Es la paradoja de que al final, como él piensa, el hombre es el animal más peligroso y vaya si lo vivió en sus carnes, aunque de nuevo lógicamente a causa de llevar una cámara oculta demasiado lejos para mostrar la cruda realidad.
El presentador había guardado esas imágenes tan duras pero finalmente acabó por hacerlas públicas. Frank Cuesta estuvo a punto de ser asesinado, así de simple, junto a su compañero cámara, tras ser descubierto por varios integrantes de una red de traficantes de animales. Él y su compañero cámara han accedido a unas instalaciones y dialogan con unos traficantes de animales. En ese momento, uno de ellos se da cuenta de que les están grabando y encañona con una pistola al presentador.
Mientras pide calma, Cuesta va acercándose al hombre armado hasta que está lo suficientemente cerca de él como para abalanzarse y tratar de desarmarlo. No lo logra, y la cámara capta un disparo. Un instante después, el compañero de Frank Cuesta cae al suelo y la cámara sigue grabando. Tras unos instantes, Cuesta vuelve a aparecer en plano, con la cara ensangrentada. Parecía tan crudo que podrías pensar que era una película de terror, pero así ocurrió.