El presidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero se ha mostrado convencido de que el PSOE volverá a superar el umbral del 30 por ciento de los votos que alcanzó con él en las próximas elecciones, al tiempo que ha reivindicado el diálogo y el acuerdo para la resolución de problemas.
Zapatero ha recordado que el PSOE no es solo el partido más veterano de España sino el que «más elecciones ha ganado en periodo democrático y el que más años ha gobernado» y por ello, al margen de los ciclos y la llegada del multipartidismo, se ha mostrado convencido de que el PSOE «va a pasar otra vez el listón del 30 por ciento en los próximos comicios».
En opinión del expresidente, los socialistas gozarán de «una mayor capacidad para tener la posición más fuerte en la autonomía para gobernar», si bien ha reconocido que aún queda mucho para las próximas elecciones.
Esto será así, ha dicho, porque los españoles apoyan «con mucho peso» al PSOE cuando el partido «está en forma y con brío» y porque saben que ha sido «la columna básica de las instituciones democráticas y el que ha promovido las leyes modernizadoras y quien hace la política en el mundo que más corresponde a los valores de los españoles» que son pacíficos y de una puesta por el diálogo y la cooperación.
Zapatero, que ha participado junto al que fuera su ministro de Exteriores Miguel Angel Moratinos y la actual jefa de la diplomacia, Arancha González Laya, en la presentación de un libro sobre la política exterior de su Gobierno, ha sostenido que «lo de dañar la imagen de España pasa más cuando la derecha está en la oposición y la izquierda está en el gobierno».
LAYA: «SOMOS NUESTRO PEOR ENEMIGO»
También se ha referido a esta cuestión González Laya, quien ha subrayado que la imagen de España es mucho mejor fuera que dentro. «Somos nuestro peor enemigo», ha lamentado, apostando por sacar determinadas cuestiones, como la pandemia, «de la batalla política nacional».
Esto no significa que todas las fuerzas políticas tengan que estar de acuerdo, ha añadido, ya que España es un país democrático, sino que «determinadas cuestiones no deben estar en la lucha partidista» porque «dañan al país».
Así las cosas, ha afeado que desde la oposición siempre se le pregunte por la imagen de España en el mundo cuando acude a Congreso o Senado, y ha pedido «trabajar de una forma un poco más leal». Para González Laya, la campaña para las elecciones en la Comunidad de Madrid es «una muestra flagrante de esta terrible tendencia a segarnos la hierba bajo nuestros propios pies».
Por otra parte, Zapatero ha subrayado que todas las experiencias positivas que ha tenido en su trayectoria tanto nacional como internacional han sido resultado del «diálogo no por confrontación». «Cuando alguien niega el diálogo o intenta no dialogar tiene una debilidad intelectual sobre sus posiciones», ha valorado, insistiendo en que «los mejores avances se van a hacer por ahí».
RELACIÓN CON BUSH
Asimismo, ha reivindicado su decisión de sacar las tropas de Irak tras llegar al Gobierno y se ha referido a la complicada relación mantenida con la Administración de George W. Bush. «No fue para tanto. Yo sobrellevé muy bien que no quisiera recibirme en todo el mandato, yo tampoco le quise recibir a él», ha destacado.
Zapatero ha hablado también del nuevo presidente estadounidense, Joe Biden, mostrándose optimista en cuanto a su gestión y el papel que parece quiere jugar a nivel internacional, y sobre Rusia, país que según él aún tiene que definir su papel en el mundo tras la caída de la Unión Soviética.
El expresidente, Moratinos y González Laya han participado en la presentación del libro ‘España y la doctrina del multilateralismo eficaz: Globalización, diplomacia y seguridad en la era Zapatero’, obra del historiador danés Morten Heiberg.
El autor ha resaltado el modo en que la política exterior española, con su apuesta por el multilateralismo, influenció en la Administración de Barack Obama y sobre todo el «papel importantísimo» que jugó España en el acercamiento entre el presidente estadounidense y el mandatario cubano, Raúl Castro.
Asimismo, ha sostenido que en lugar de romper con la política exterior anterior, lo que hizo el Gobierno de Zapatero fue «reequilibrar los intereses de España», apostando por Europa y el multilateralismo como habían hecho todos los gobiernos desde la transición hasta el segundo mandato de José María Aznar.
A este respecto, Moratinos ha coincidido en que Aznar había apostado por el «unilateralismo atlántico» y lo que hizo el Gobierno socialista fue «recolocar al país en los grandes vectores del siglo XXI». Asimismo, ha tenido palabras de elogio para Zapatero, igual que este para el que fuera su ministro.
«Ambos coincidíamos en que diálogo es el instrumento básico en diplomacia, política, e intercambio social y humano, lo practicamos y lo pusimos en marcha y nos podemos sentir relativamente satisfechos», ha comentado el antiguo jefe de la diplomacia.