Con el número dos, Pablo Gómez Perpinyá, habrá que ver qué se hace y dónde se le coloca, pero con respecto a Mónica García la cosa la tienen más clara en Más Madrid. Es cierto que la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, va a arrasar en las elecciones, tal y como dictan las encuestas y los sondeos, pero hay posibilidades de que el bloque de la izquierda pueda gobernar también son reales. En ese escenario, desde Más Madrid ya tienen claro lo que le pedirían a Ángel Gabilondo a cambio de su apoyo: y no es otra cosa que la Consejería de Sanidad para la candidata de Más Madrid. Desde el partido quieren lucirse, pero no presionar demasiado a los socialistas de cara a la galería, por lo que deslizan que «por el momento» solo tienen intención de pedir esta consejería para una política que conoce muy bien ese mundo.
Hay sondeos que apuntan a que Más Madrid pisa los talones al PSOE y los sociólogos consultados por este medio destacan que un sorpasso es más probable de lo que los socialistas se piensan. Aún así, la horquilla en la que se mueve Gabilondo está entre los 30 y los 36 diputados, suficiente como para ser el líder de la oposición o el partido que lleve la voz cantante a la hora de negociar un gobierno a tres. En cualquier caso, Más Madrid sabe que será esencial en este segundo escenario y ya tienen una batería de peticiones escritas en el cajón del despacho de Mónica en la que heredar la Consejería de Sanidad que ahora rige Enrique Ruiz Escudero es una línea roja.
Desde el PSOE no se muestran contrarios a esta norma, pero insisten en lo de siempre. «Nosotros queremos ganar las elecciones», comentan. Pero saben que Más Madrid será una parte fundamental si tienen opciones de gobernar. La Consejería de Sanidad es una de las más importantes en estos tiempos de pandemia y de hecho el PSOE ha forjado todo su programa electoral para los próximos dos años en torno a este eje. Todos quieren lucirse con el fin de la pandemia y hay dudas, según detallan fuentes del Partido Socialista a MONCLOA.com, de si Gabilondo cederá esta consejería tan importante y relevante. En cualquier caso, que la herede Mónica García no se ve del todo con malos ojos desde ningún partido del bloque de izquierdas dada su experiencia como profesional sanitaria.
Las dudas gordas llegan cuando bajamos en la lista de Más Madrid. Mónica es una profesional contrastada y conocida que además se ha ganado el respeto de los madrileños de izquierda. Pero con Pablo Gómez Perpinyá, el número dos de la formación, lo que suena es otro cantar. Desde el PSOE entienden que alguien con una pobre experiencia laboral como Perpinyá, que la mayor parte de su vida adulta ha vivido de la política, no está capacitado para heredar y gestionar una consejería. Pero bueno, visto con Irene Montero y el Ministerio de Igualdad, todo vale.
desde Más Madrid no descartan en absoluto exigir más consejerías
Perpinyá se veía como líder de Más Madrid, al menos esto fue así cuando Íñigo Errejón se fue de la Asamblea a intentar entrar en el Congreso, pero ahora ha asumido que de momento seguirá siendo ese eterno segundón de la formación verde. Aún así, desde Más Madrid no descartan en absoluto exigir más consejerías. Cultura podría ser una opción que seduce a Perpinyá, pero llegados a este punto en el que vivir de lo público se convierte en costumbre, qué más da. El problema de ponerse en esta tesitura es que si Más Madrid exige consejerías proporcionales al apoyo dado para la investidura de Ángel Gabilondo, hay otro partido que podría hacer lo mismo. Y todos sabemos el resultado.
No esperamos que el exvicepresidente del Gobierno y líder de Unidas Podemos, Pablo Iglesias, vaya a ser consejero. Él está para otras cosas. Pero que ponga a Isabel Serra de consejera o que se invente otro departamento para Serigne Mbayé es bastante probable. El miedo que tienen desde Más Madrid es que ponerse chulos con el asunto de las consejerías traiga consigo un gobierno de la Comunidad de Madrid chapucero con tres colores que le cueste coordinarse y que lleve a enfrentamientos internos.
Pedir la Consejería de Sanidad en exclusiva para Mónica García (y no la vicepresidencia de la Comunidad de Madrid) tiene sentido y puede evitar críticas desde otros sectores. Se evitan tener que colocar a Perpinyá en una consejería para la que no estará preparado con toda seguridad y de paso frenan las aspiraciones de Podemos de meter cabeza en la administración pública a toda costa. Los números darán y solo queda convencer a Gabilondo, que si se juega la presidencia de la Comunidad de Madrid desde su partido apuntan a que cederá, pues «Mónica es una profesional».
En este escenario, el Gobierno central estaría más que contento de ver a su «corresponsal/comisaria política» Hana Jalloul como vicepresidenta del Gobierno y con capacidad de gestión. De hecho, este escenario facilitaría mucho la salida del catedrático de metafísica y la herencia de la presidencia de la Comunidad de Madrid de forma natural para Jalloul. Es una fórmula que contenta a todos menos a Perpinyá, pero bueno.