Ya nadie le cree. El candidato del PSOE a la Comunidad de Madrid, Ángel Gabilondo, ha perdido toda la credibilidad tras ceder ante el líder de Unidas Podemos, Pablo Iglesias, y tenderle su apoyo poco después de haber dicho que no pactaría con «éste» Iglesias. Tal es la pérdida de apoyo interno del candidato que incluso varios dirigentes del PSOE se muestran «cansados» por tener que defender las incoherencias que verbaliza su candidato cada vez que puede. Primero firmó en febrero de 2021 hasta 18 enmiendas con Más Madrid que contemplaban una subida de impuestos interesante para luego decir meses después que no aumentaría la presión fiscal. Y ahora ha asegurado a «Pablo» que tienen «12 días» para ganar las elecciones después de haber dicho que no pactaría con él. Y detrás, todo su partido se enfrenta a miles de preguntas que esquivan como pueden sobre las incoherencias de Gabilondo.
El equipo de Gabilondo ya solo echa balones fuera. A la pregunta de si el candidato pactará definitivamente con Iglesias o no, la respuesta es «pregúntale a él». Nadie se quiere mojar, no vaya a ser que el catedrático tenga otra epifanía y decida cambiar de criterio una vez más. Se dijo que no, luego arrojó en el debate de los candidatos un comentario que la mayoría interpretó como que Gabilondo había dejado la mano tendida al líder de Podemos y ahora el equipo de prensa del líder socialista en la Comunidad de Madrid se pelea por contener el titular que desde la directiva consideran que puede hacer perder votos al PSOE: Gabilondo pactará con Iglesias.
Desde el PSOE de Madrid a nivel interno lo dan por hecho. Si no, no dan los números. Pero hay un detalle sensible en este hecho que puede marcar la diferencia para el votante socialista. Gabilondo podría, como dijo en alguna que otra ocasión, exigir su apoyo a Iglesias sin monedas de cambio o pactar dicho apoyo a cambio de concesiones, sean sillones o medidas. Sea como sea, Iglesias será, según los sondeos, una parte fundamental de ese bloque de izquierdas con la que Gabilondo tendrá que contar. Y su «buen rollo» en el debate ha dejado claro que el catedrático es consciente de que habrá que sentarse a hablar con los de Podemos sí o sí.
El PSOE ya no sabe qué afirmar a nivel público o qué no. La estrategia de los acogotados segundos mandos de la formación en Madrid es esperar a ver qué dice Gabilondo y defender esas (y exclusivamente esas) palabras. Un ejemplo. Si el candidato socialista dice «Pablo, tenemos 12 días para ganar», el equipo de Gabilondo se aferra a eso como un clavo ardiendo y no se sale de esas palabras. Sobre si pactará o no con el líder del PSOE, no dicen nada. No hay lugar a interpretaciones. Solo palabras que hay que interpretar al pie de la letra y no salirse del guion ni medio ápice.
Gabilondo vio con buenos ojos subir los impuestos en febrero
Es una ardua tarea estar pendiente de los antojos de un candidato que ya está de salida para luego defender su incoherente discurso. Sobre las enmiendas firmadas con Más Madrid en febrero de 2021 pasa lo mismo. Gabilondo vio con buenos ojos subir los impuestos en febrero. Elevar Sucesiones, Patrimonio e incluso el IRPF porque había que recaudar más y acabar con el dumping fiscal de la Comunidad de Madrid. En cuando Ayuso convocó las elecciones semanas después, el PSOE cambió de criterio y dijo que ahora no, que lo correcto era no subir los impuestos para centrarse en acabar con la pandemia.
Esta idea trae consigo otras que son peligrosas para el PSOE pero que una vez más se aferran a la literalidad. Mientras Gabilondo pasa en semanas de querer crujir a impuestos a los madrileños a no querer tocar la fiscalidad, su equipo de partido se marea buscando la forma de esquivar las preguntas de la prensa. El argumento que dan desde el PSOE para defender este giro de 180 grados de Gabilondo es decir que como se trata de media legislatura, no es oportuno subir los impuestos de Patrimonio, Sucesiones e IRPF. El problema es cuando se pregunta por qué considera el PSOE que, en tiempos de crisis, es más adecuado aplicar la fiscalidad del Partido Popular. Ahí, callan.
EL HACHAZO EN SUCESIONES
Si Ángel Gabilondo ganas las elecciones y estás pendiente de heredar… ten mucho cuidado porque antes de tendrás que pagar. Y mucho. En ese escenario se acabaría el vivir en un “paraíso fiscal llamado Madrid” en el que el Gobierno autonómico bonifica al 99% del Impuesto de Sucesiones, pues Gabilondo quiere cambiar las bonificaciones reduciéndolas de forma drástica cayendo hasta el 4% en algunos casos.
Según un documento al que ha tenido acceso este medio, el pasado 12 de febrero el grupo socialista presentó nada más y nada menos que 18 enmiendas ante la Asamblea de Madrid en la que pedían nuevas bonificaciones de la cuota del Impuesto de Sucesiones según el grupo y el valor del bien heredado. Es decir, cuánto más heredes, más pagas.
Sin embargo, aunque las intenciones socialistas sean las que se demuestran en los documentos, Ángel Gabilondo ha dado marcha atrás y dice que “no quiere cambiar la fiscalidad madrileña en época de crisis”. Al menos durante dos años.
A efectos prácticos, una bonificación se trata de la cantidad de dinero que el Gobierno renuncia a cobrar. De este modo, si heredas un inmueble o un bien, tendrás que hacer la liquidación del mismo y a esa cifra tendrás que aplicarle la bonificación correspondiente estipulada por la ley. Cuanta más baja sea la bonificación, el Estado te quitará más, puesto que estás obligado a pagar el porcentaje que está fuera de la bonificación en tu cuota íntegra.