Todas las vitaminas que existen, la vitamina K es quizás una de las pocas que las personas conocen. Y que están presenten en algunos de los alimentos que se consumen a diario, y que no saben que las proporcionaba. Estas cumplen una función básica para el organismo, siendo una de las razones por la que, se merece un lugar destacado en nuestra dieta junto a las otras vitaminas A, C y D.
Existen dos tipos de vitamina K, las más comunes son la filoquinona, que es la vitamina K1. Esta se puede encontrar de una manera natural en una gran variedad de plantas; mientras por la parte está la menaquina, que es la vitamina K2. Este tipo de vitaminas, se pueden encontrar en los alimentos fermentados, en los de origen animal y en el microbioma intestinal.
2Natto
El natto es uno de los alimentos que se deriva de la soja, resultado de la fermentación y es muy rico. Siendo uno de los alimentos más comidos por los japoneses en los desayunos; además son ricos en probióticos. Se caracteriza por ser esenciales para la mejora de la flora intestinal, mientras que la vitamina K juega un papel fundamental en la salud de nuestros huesos.
Estos se pueden disfrutar en unas ricas ensaladas, platos de pasta y sándwiches o se puede servir como guarnición. El natto, contiene en vitamina K 900 mcg por cada 100 g que se consuma.