Arranca la campaña oficial del 4M para las elecciones al Parlamento de la Comunidad de Madrid. La batalla por la Real Casa de Correos entra en su fase legal. En las últimas semanas, sin embargo, todas las formaciones y todos los medios de comunicación se han afanado por tener sus propias entrevistas con los candidatos y miembros de las listas, debates incluidos. Risto Mejide no ha querido ser menos. Su cabeza de publicista pensó que debía dar un golpe de efecto y convocar a los más jóvenes de cada candidatura para ver cuál es el futuro de la política en España. Javier Guardiola (PSOE), Noelia Núñez (PP), Joaquín Patilla (Cs), Lilith Verstrynge (Unidas Podemos) y Eduardo Rubiño (Más Madrid) han tenido su minuto de oro en una televisión nacional. Aunque, ¿bien aprovechado?
Cómo entiende Lilith Verstrynge el problema actual de la salud mental
Que a Lilith Verstrynge le cuesta hablar en público lo hemos visto sobradamente estos últimos días. La número 9 de la lista de Unidas Podemos, enganchada a Pablo Iglesias desde sus inicio en el Parlamento Europeo, ha sido la representante de los jóvenes de la formación morada y su líder. Con varios momentos virales, pero especialmente este sobre el problema silenciado de la salud mental durante la pandemia, y que precisamente sacó a colación el archienemigo de los morados, Íñigo Errejón.
La joven política comenzó bien su discurso, en modo genérico, pero al entrar en los ejemplos próximos, recurso de primero de oratoria, se metió ella sola en un lío. Comenzó explicando que a los jóvenes también les afecta la situación a nivel de salud mental. Por ejemplo, su hermano sigue en Londres, y ha vivido el trauma de que en su residencia hubiera un suicidio. Podría haber terminado ahí, correcta y empática, pero ha metido la coletilla de que su hermano, otra vez, ha roto con su novia.
Con el tema de los impuestos también se ha mostrado segura del discurso pero no de la forma. Una de las primeras normas en televisión: nunca te muevas como un muñeco de coche, porque das sensación de incomodidad, falta de confianza y gran timidez. ¿Tomará nota Lilith Verstrynge para el siguiente debate de jóvenes promesas de la política?
El viernes ha vuelto a participar en otro debate público con otros jóvenes políticos. Aquí, al estar sentada se ha mostrado menos nerviosa físicamente, aunque en la voz se sigue impostando que no se siente con la confianza para hacer un discurso con firmeza.
Aquí, sobre la regulación de los alquileres, una de las medidas estrella (y de momento estrellada) de Unidas Podemos en su acuerdo de coalición con el PSOE, utiliza el claim de Pablo Iglesias de acusar al oponente de tener intereses espurios y por lo tanto no estar legitimado para gobernar. En todo momento, Lilith Verstrynge lee sus notas. Otro de los aspectos que deberá mejorar si quiere medrar en política.
¿El futuro de Unidas Podemos?
Antes de estas apariciones como representante joven de la candidatura de Unidas Podemos a la Comunidad de Madrid, sólo hemos encontrado una única entrevista en la que aparece LiLith Verstrynge. Aquí la entrevistan en calidad de representante del movimiento MeToo en el Parlamento Europeo, junto a dos colegas más. El medio destinatario es portugués, sin embargo la entrevista trascurre en Inglés.
Una de las características que más se loan de la hija de Jorge Verstrynge es su amplia formación en idiomas. Se asegura que habla con fluidez francés, inglés, alemán, portugués y algo de árabe. Sin embargo, en este vídeo se la ve con muchas dificultades para encontrar vocabulario y sobre todo para construir un discurso complejo.
Por lo que hemos podido ver en estos días previos a la campaña oficial del 4M, Lilith Verstrynge puede ser muy brillante pero no tiene carisma para estar frente a las cámaras, ni confianza como para transmitir un mensaje convincente. Quizás parte de esa admiración hacia Pablo Iglesias se deba a que él tiene lo que ella no puede conseguir aún: aplomo para hablar en público. Ahora bien, si desea tener un futuro político propio más allá de ser una currita técnica, tendrá que trabajar, y mucho, su capacidad para la oratoria.