El candidato socialista a la Comunidad de Madrid, Ángel Gabilondo, se ha hartado de que le manipulen y de que teledirijan su campaña electoral. El pequeño equipo del catedrático en metafísica ha intentado esbozar un plan de aquí a dos años vista y la cúpula del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, no hace más que meterse donde no le llaman. Gabilondo tiene claro que no tocará la fiscalidad, pero el mensaje desde Ferraz ha sido muy distinto en boca de la ministra de Hacienda, María Jesús Montero. Tras esto, los de Gabilondo se han revuelto y han dejado claro que no obedecerán lo que diga Iván Redondo y compañía. Habrá que ver qué hace la comisaria de Sánchez en el PSOE de Madrid, Hana (Kamala) Jalloul, si Gabilondo se revuelve contra lo que ordene el equipo de Sánchez.
Primero salió María Jesús Montero dando por hecho que el impuesto de Sucesiones y el de Patrimonio se subirá en Madrid. Y después Gabilondo se ha hartado y ha salido ante las cámaras a decir exactamente lo contrario. De hecho, el tono dejaba entrever básicamente que no hará ni caso a las consignas impuestas desde Ferraz. Gabilondo es autónomo y está de salida, por lo que no tiene nada que perder. El miedo que tiene el equipo del candidato socialista es que haya demasiados «espías» dentro de la lista, como Jalloul, que sean más leales a Sánchez que al profesor universitario y presionen para aplicar lo que dicte Redondo y su gabinete.
El toque del candidato del PSOE en la Comunidad de Madrid a la ministra de Hacienda no ha sentado del todo bien en Ferraz
«Ratifico mi compromiso. Las y los madrileños no tendrán que pagar ni un euro más de impuestos. Mi palabra permanece intacta: no debemos exigir más esfuerzos a los madrileños en estos momentos. Madrid necesita estabilidad fiscal en los próximos 2 años», ha comentado Gabilondo en respuesta a la ministra. El toque del candidato del PSOE en la Comunidad de Madrid a la ministra de Hacienda no ha sentado del todo bien en Ferraz, aunque desde el equipo de Sánchez se muestran muy seguros de sí mismos y de que se hará lo que dicte la disciplina de partido.
Pese a que Gabilondo firmara junto a Más Madrid 18 enmiendas para crujir a impuestos a los madrileños a mediados de febrero, ahora apuestan por no tocar la fiscalidad durante estos dos años y en su lugar centrarse en el tema sanitario. Hay mucha tensión en el PSOE de Madrid. Tanto, que no es raro que repitan hasta la saciedad que no quieren subir los impuestos con tal de quitarse el San Benito de que quieren aplicar el impuesto de Sucesiones y de Patrimonio para crujir a las clases medias y altas. Desde el equipo de comunicación de Gabilondo se están esforzando mucho en que le quede claro a los votantes que no se tocarán los impuestos y que se mantendrá la política fiscal del Partido Popular al menos hasta 2023. Cuando se celebren de nuevo las elecciones, otro gallo cantará. Pero de momento, ni Montero ni Pablo Iglesias ni Íñigo Errejón. El PSOE no subirá los impuestos digan lo que digan.
El problema es que este mensaje no gusta en Ferraz. La deuda prima y España necesita recaudar dinero como el comer, pero en el PSOE de Madrid no se piensa igual. Gabilondo ha hecho una lectura sencilla: no presentarse a las elecciones del 4 de mayo con un discurso muy agresivo y conseguir mediante la mínima arrebatar Sol a Isabel Díaz Ayuso. Cuando decimos un discurso poco agresivo nos referimos a que Gabilondo quiere llegar sin reivindicar ninguna medida polémica para después hacer campaña desde la Comunidad de Madrid y volver con fuerza a las elecciones de 2023, pero Sánchez parece que va a echar por tierra este discurso con imposiciones.
A esto hay que añadirle las presiones que recibirá Gabilondo de Más Madrid y de Podemos. El candidato socialista llega con un mensaje de que no subirá la fiscalidad, pero estos otros partidos sí que quieren subirla considerablemente. Más Madrid llegó a firmar un pacto de 18 enmiendas para hacerlo e Iglesias ya ha advertido que es muy necesario aplicar el impuesto de Sucesiones ya con más contundencia a las grandes fortunas. Si Gabilondo depende de ellos, veremos cómo salen las cuentas.
KAMALA, LA COMISARIA
Sánchez no ha dejado la candidatura del PSOE al azar. El equipo del presidente del Ejecutivo ha creado un puesto de «delegada del Gobierno en el partido» que ostenta Hana Jalloul y que tiene el objetivo de evitar que los aires de grandeza se le suban a la cabeza al candidato y empiece a funcionar por libre. Si Gabilondo se niega a hacer lo que dicte Ferraz, la infiltrada Jalloul tendrá que activarse para conseguir que todo salga como Redondo quiere. «Kamala» no ha sido una elección personal del candidato ni ha venido por su propia voluntad a las elecciones de la Comunidad de Madrid. La que fue secretaria de Estado de Migraciones ha llegado por petición expresa de Sánchez y con el objetivo de sustituir a Gabilondo al frente de la candidatura a medio plazo.
Su papel como número dos es doble. Por un lado, representar el relevo de Gabilondo; y, por otro, controlar que la candidatura no se desligue de las directrices impuestas por la cúpula del partido. Ella, la agente infiltrada, no tolerará que Gabilondo desobedezca las órdenes de Redondo. Y si hay que subir los impuestos, se hará de alguna manera. Al menos es lo que deslizan desde el PSOE, donde la mayoría ven a Hana como una extraña que ha venido de fuera para quedarse con todo.